

La firma finlandesa UPM anunció hoy que reanudará “de formar inmediata” su producción en su planta uruguaya y aseguró que el aumento de 1,1 a 1,2 millones de toneladas de la celulosa que produce, autorizado por Uruguay y rechazado por Argentina, no producirá daño ambiental.
“La planta de Fray Bentos continuará de forma inmediata con la producción luego de su parada anual de mantenimiento”, anunció la empresa en un comunicado pocas horas después de la decisión de las autoridades uruguayas, que reabrió el conflicto diplomático entre ambos países.
En la nota, UPM asegura que “debido a la alta eficiencia y productividad de la planta, aumentar la producción no implica realizar inversiones adicionales en los procesos productivos y equipos”.
“De todas formas, se espera que la entidad finlandesa invierta en un sistema de enfriamiento para los efluentes de la planta”, agrega en alusión a la condición que le ha impuesto el Ejecutivo uruguayo para producir más.
UPM agrega que “el aumento de la productividad de la planta es el resultado de un trabajo serio y profesional del equipo uruguayo en toda la cadena forestal-industrial”.
Además, en palabras de Jaakko Sarantola, vicepresidente Senior del rea de Negocios de Celulosa, “desde el inicio de las operaciones, el desempeño ambiental de la planta ha sido excelente respetando los límites establecidos”. “La decisión del estado uruguayo demuestra el continuo apoyo al desarrollo del sector forestal en Uruguay”, señala Sarantola en el comunicado.
El conflicto entre Argentina y Uruguay por la planta de pasta de celulosa de la finlandesa UPM (ex Botnia) recrudeció el miércoles tras la decisión del gobierno uruguayo de autorizar un aumento de producción en la empresa y la de Buenos Aires de acudir a la Corte Internacional de La Haya.
La planta UPM está situada en la localidad uruguaya de Fray Bentos, frente a la ciudad argentina de Gualeguaychú, cuyos habitantes mantuvieron cortado durante años el puente internacional que las une sobre el fronterizo Río Uruguay.
Por este conflicto, Argentina había recurrido ya en 2006 a la Corte de La Haya, que en 2010 determinó que la planta no contaminaba pero que Uruguay no había informado debidamente a Argentina sobre los detalles de la construcción.
El fallo ordenó, además, crear una comisión conjunta que para vigilar y controlar la contaminación en el entorno de UPM.
FUENTE: Agencias Montevideo


