

"No, no lo haremos", respondió cuando un legislador del partido republicano le preguntó ayer si el Departamento de Estado estadounidense tomaría posición a favor de la Argentina, en caso de que los jueces de la Corte le requirieran una opinión sobre la decisiva instancia judicial.
El Gobierno pierde así su arma política en el litigio contra los tenedores de bonos soberanos que no aceptaron ingresar al canje de deuda. Cancillería contaba con esa posibilidad.
El canciller Héctor Timerman había apuntado públicamente que el gobierno de Obama otorgaría ese apoyo judicial.
Sin embargo, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos parece desarmar esa alternativa. Kerry incluso fue más allá y aseguró que "seguirá presionando" a la Argentina para que cumpla con su deuda y compromisos con los acreedores.
En particular, hizo referencia a "los 600 millones de dólares" que el país le debe al Estado norteamericano como parte de los 9000 millones que se adeudan al Club de París. "Haré todo lo posible para conseguir eso, el Departamento de Estado hará todo lo posible", advirtió el diplomático.
"Los hemos urgido a que paguen sus deudas, y bajo esa presión han dado algunos pasos positivos", dijo.


