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Tal como estaba previsto, el incentivo vía rebaja de derechos de exportación (dex) se sintió en el sexto mes del año con un alza de 87% en la liquidación de divisas de la agroindustria en relación al mismo mes del 2024.

Según informó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), durante el mes de junio las empresas del sector liquidaron la suma de u$s 3706 millones, lo que implica un incremento del 21% en relación al mes de mayo.

Si bien el número es alto, no alcanzó a superar el récor histórico de 2022 (u$s 3815 millones) y se ubicó por debajo de los u$s 5000 millones que auguraban los analistas. En ese sentido, la diferencia se explica porque mucho de las ventas que se anotaron en las últimas semanas, se estará liquidando en los primeros quince días de julio, de acuerdo a la normativa vigente.

"El ingreso de divisas del mes de junio es el resultado de la finalización de la reducción de derechos de exportación bajo el Decreto 38/25 que vencieron el día 30 de junio y únicamente fueron renovados para trigo y cebada", señaló Ciara.

"Junio fue el mejor mes", agregó Gustavo Idígoras, director de Ciara - CEC y agregó que "evidentemente el final de la baja temporal de retenciones fue un incentivo decisivo para obtener un 40 por ciento más que el año anterior".

En lo que va del año las exportaciones del sector agricultor significaron u$s 15.419.643 una cifra que supera en más de u$s 4000 millones el resultado del mismo período del año anterior (u$s 11.024 millones).

De ese total, el complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó el año 2024, el 45 % del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del INDEC.

El principal producto de exportación del país es la harina de soja, seguido por el aceite de soja, y el maíz, destacó la entidad y advirtió que "Argentina sigue estancada en su producción y en el crecimiento exportador, dependiendo exclusivamente de las variaciones de precios internacionales para modificar su estructura exportadora".

Asimismo aclaró que "el ingreso mensual de divisas, transformadas en pesos, es el mecanismo que permite seguir comprando granos a los productores al mejor precio posible".

En ese sentido, desde Ciara indican que la liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial. "La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas", describen los exportadores.

"Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas", sumó.

Lo que viene

En junio las registraciones alcanzaron las 16.6 millones de toneladas y, del total, 8,6 millones de toneladas corresponden al complejo sojero, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) que anticipó un crecimiento ampliamente superior a los u$s 3054 millones de mayo.

En cuanto a la fijación de precio, desde enero, ascendió a 43 millones de toneladas, de las cuales 19 millones fueron de soja; "mucho de eso se concentró en junio cuando la industria se apuró para aprovechar los aranceles más bajos que se traducen en un poder de compra más alto", Matías Contardi de la dirección de informes económicos de la BCR.

Ese ritmo se movió al compás de los anuncios oficiales que, pese a la presión de las distintas entidades rurales, no dieron señales de prorrogar el incentivo.

Mientras especialistas advierten un freno en la comercialización, hacia adelante, Contardi explicó que muchas de las operaciones que se realizaron ahora son para embarcar a partir de julio lo que significa, por un lado, un importante nivel de registraciones con un DEX bajo pero "adelantar el valor total de esas exportaciones tiene un costo financiero importante". aseguró.

Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, aseguró que los granos están "bajo presión" por cuestiones locales e internacionales, como el fin del conflicto en Irán que operan a la baja.

En el plano local, el foco está puesto en la soja, cuya dinámica de comercialización estuvo marcada por la expectativa del aumento de retenciones a partir del 30 de junio. "Esta fecha funcionó como un incentivo similar al de los programas 'dólar soja': los productores apuraron ventas y llevaron el volumen comercializado a niveles por encima del promedio para esta altura del año".

"Después del 30, es probable que las ventas se frenen en seco", indicó Romano y marcó que esto podría generar un "rebote" de precios tras una baja inicial de hasta 25 dólares por tonelada.