

El Grupo Clarín repudió hoy en un comunicado el violento gesto protagonizado por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien rompió durante su habitual conferencia de prensa matinal dos páginas con artículos publicados por el diario Clarín, una acción casi sin precedentes, al menos desde lo simbólico, en la historia de la relación entre la prensa y los gobiernos.
“La decisión conlleva una carga de violencia impropia de un funcionario de la democracia y configura además una peligrosa invitación a que este tipo de actitudes patoteriles se reproduzcan incluso en grados de mayor riesgo personal”, dijo el holding en un comunicado.
Agregó que “que quienes más altas responsabilidades ejercen en el país -y por tanto deben velar por la convivencia, el diálogo y la seguridad de las personas- exhiban este tipo de conductas refleja una profunda anomalía institucional”.
La clara inspiración del gesto de Capitanich en otros mandatarios de la región con rasgos autoritarios y hegemónicos, revela a las claras las fuentes en las que abreva el oficialismo en su concepción y relación con la prensa no adicta, alarga el texto.
“La elección de tres reconocidos periodistas de Clarín (Eduardo Van der Kooy, su columnista político desde hace 25 años, ganador del Premio Ortega y Gasset; Daniel Santoro, referente internacional del periodismo de investigación, ganador del Premio Rey de España; y Nicolás Wiñazki, joven y destacado periodista que reveló algunos de los casos de corrupción más emblemáticos de los últimos años) muestra a las claras que en su obsesión por tapar la realidad, el gobierno ha decidido ir por todo”, advierte.
El Grupo Clarín consideró que el funcionario “podría haber cuestionado, rebatido o aún desmentido el contenido de las notas, y ese debate sería válido y legítimo. Pero el gobierno optó por estigmatizarlos e intentar disciplinarlos con una carga de violencia inédita”.
El comunicado también señala que “pese los escraches y amedrentamientos, los tres periodistas han ratificado el contenido de sus artículos, que fueron realizados de acuerdo a las normas y estándares profesionales, con fuentes inobjetables y con los chequeos necesarios para ser publicados”.


