Grinman: "Si seguimos con estas turbulencias políticas, no hay manera de que la economía pueda crecer"

El presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) delinea un escenario complejo de cara al nuevo año en materia de actividad y deja un reclamo hacia la clase política. 

El pasado 25 de noviembre Mario Grinman fue electo como titular de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y en el que denomina "un año para el olvido" tiene importantes desafíos por delante. La actividad mercantil fue especialmente golpeada por la caída de actividad en la pandemia y, sin dudas, el año cerrará con números en rojo. Pero el principal obstáculo para reactivar la economía es la "crispación política", aseguró en diálogo exclusivo con El Cronista.

Hombre de buen diálogo con Armando Cavallieri, a partir del trabajo conjunto en las paritarias del sector, sostiene que es preciso discutir con la CGT un nuevo marco laboral para los trabajos del presente y el futuro. Y afirma que sólo el sector privado puede generar riqueza y empleo.

-¿Cómo va a cerrar el año a nivel de actividad y ventas?

-Aún estamos evaluando los números pero habrá caída interanual. Sólo en esta pandemia se perdieron 300.000 puestos de trabajo formales en toda la economía, no sólo en comercio, claro. Si sumamos a monotributistas, cuentapropistas y demás hay un desempleo de 3,5 millones de personas.

-Hoy comercios, bares y los shoppings están trabajando. ¿Esto mueve la aguja en los grandes centros urbanos?

-No, eso sirve más que nada como cuestión psicológica, pero un comercio abierto no significa que tenga ventas. En los shopping abren algunos comercios pero los motorizadores, que son el cine, el patio comidas y los juegos infantiles, no funcionan. Además, tiene que ingresar una cantidad limitada de gente. Según nuestro relevamiento están vendiendo un 30% menos que antes de la cuarentena y entonces ya estábamos complicados. No hay manera de recuperarse, no hay plata en la calle.

-¿Puede esperarse mayor movimiento por las Fiestas?

-No hay ninguna visión optimista. Hoy no hay alegría, no hay previsión de hacer reuniones sociales o familiares. El consumo interno en Argentina explica el 70% del producto y ese consumo está sobre las espaldas de la clase media, que ha sido muy perjudicada y es la que más poder adquisitivo perdió. Éste es un año para el olvido bajo todo punto de vista, no sólo lo sanitario, sino también en lo económico y ni qué hablar en lo político.

-¿Cómo ven los empresarios esta situación?

-El empresariado no está preocupado por la situación económica porque se siente con capacidad de solucionar su tema económico, el problema es la política. Vivimos con un estado de crispación permanente, incluyendo al Gobierno. Desde la CAC creemos en lo que vino a hacer el Presidente pero da la sensación de que desde su mismo espacio político no lo están dejando transitar el camino que quiere. Y también la oposición tiene enormes problemas. Entonces digo 'muchachos, déjense de embromar, empiecen a pensar un poco en el bienestar del país'. ¿Quién va a invertir en Argentina en esta situación? Sólo a través de la actividad privada es posible generar riqueza, crear empresas, generar empleo, no hay otra manera.

-¿Ve un primer trimestre 2021 aún malo y después empezará a mejorar?

-Más no podemos seguir cayendo, así que probablemente, estemos en una meseta, diría el primer cuatrimestre y todo depende de la tranquilidad que surja de la política, cosa que es bastante difícil porque es un año electoral. Con tranquilidad política, el Gobierno generando confianza a los sectores empresarios, puede haber una recuperación mucho más rápida, pero si seguimos con estas turbulencias políticas de todos los días un problema nuevo, no hay posibilidades de que la economía crezca.

-¿Qué prioridades le planteará al Gobierno si es convocado?

-Ya hemos planteado muchas veces la elevada presión tributaria pero somos conscientes que hoy al Gobierno no podemos pedirle que baje los impuestos porque no tiene recursos, lo único que le pedimos es que no cree nuevos impuestos. Otro tema que nos preocupa y que hay que empezar a hablar con los amigos de la CGT es ver el nuevo marco laboral para los empleos del presente y del futuro. No podemos seguir pensando en un marco laboral de principios de la Revolución Industrial, estamos en la economía 4.0. Y lo fundamental y que seguiremos insistiendo, es la necesidad de bajar muchos escalones de agresividad, dar tranquilidad, confianza.

-En la pandemia alertó sobre el cierre de empresas. ¿Qué cifras manejan en la CAC?

-No hay números consolidados pero en Argentina han desaparecido entre 25.000 y 30.000 empresas. Hay que reconocer que el Gobierno asistió a los sectores de la pobreza y también al sector empresarial con las herramientas que tenía, que son muy pocas. Imprimimos billetes de colores, otra cosa no tenemos y con eso el Gobierno concurrió, con los riesgos que significa por la inflación, etc.

-¿Cree que un acuerdo rápido con el FMI puede despejar la incertidumbre?

-El acuerdo con el Fondo, de la misma manera que el acuerdo con los bonistas, va a significar una señal positiva internamente y en el exterior pero el acuerdo con el Fondo es necesario pero no suficiente. Hay que calmar todo, la política es fundamental, así como James Carville le hizo decir a Bill Clinton "es la economía", para la Argentina en este momento "es la política".

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