

El juez de Nueva York, Thomas Griesa, consideró ayer en una audiencia mantenida entre las partes que los holdouts tienen derecho a conocer los términos de la flamante colocación de Bonar 2024 que realizó esta semana la Argentina por u$s 1415,9 millones mientras que el fondo Aurelius Capital advirtió que la emisión podría ser considerada un "fraude" y los inversores podrían ser demandados.
En una audiencia pedida por el fondo NML Capital, el juez indicó que "es legítimo" que los acreedores procuren buscar datos sobre la forma en que se estructuró la operación pero no dictó órdenes hacia las entidades financieras presuntamente involucradas.
"Estoy resolviendo que los demandantes tienen derecho a determinar si el nuevo financiamiento producirá activos que puedan satisfacer, total o parcialmente, las deudas insatisfechas y de larga data de los demandantes", indicó Griesa.
Sin embargo, el magistrado destacó que pese a las publicaciones de la prensa, no ve "ninguna indicación fáctica de que el país esté intentando evadir órdenes previas", tal como aseguraron los fondos buitre.
Ahora los holdouts buscarán establecer que hubo inversores del exterior que compraron Bonar 24, lo que convertiría a los títulos en "deuda externa" y factibles de ser alcanzados por la cláusula "pari passu", según admitió Robert Cohen, abogado de NML Capital en la audiencia.
El mismo martes cuando el Gobierno anunció el resultado de la colocación, NML envió una carta al Deutsche Bank para preguntar si estaba ofreciendo bonos a inversores. Deutsche y JP Morgan sondearon en el exterior una colocación de deuda a fines de febrero, pero fueron impedidos de actuar por Griesa. Deutsche habría comprado ayer Bonar 2024, de acuerdo con fuentes del sector financiero consultadas por este diario.
Economía informó el martes que los casi u$s 1500 millones colocados se cambiarán por pesos que se emplearán para obras de infraestructura y vivienda. Pero los dólares servirán para pagar importaciones y vencimientos de deuda, como el del Boden 2015, que en octubre insumirá más de u$s 6000 millones.
Ayer ante Griesa, el abogado que defiende a Argentina, Jonathan Blackman, refutó la postura de los holdouts al sostener que los Bonar 2024 en dólares con legislación argentina son deuda doméstica, de modo que quedan fuera del alcance del magistrado.
El juez de Nueva York mantiene bloqueados los pagos de deuda reestructurada y uno de los puntos que genera discusión es qué porción de deuda es externa y cual no lo es, ya que el juez sólo tendría potestad para actuar sobre lo que es considerado deuda externa.
Según trascendió, el abogado del Deustche Philippe Zimmerman le aseguró ayer a Griesa que la entidad financiera cooperará y brindará información pero criticó a NML por considerar su pedido "desafortunado y preocupante".
Tras la audiencia, otro de los fondos favorecidos por el fallo de primera instancia de Griesa, Aurelius Capital Management, emitió un comunicado advirtiendo a inversores que la flamante colocación de Bonar 2024 podría ser considerada un "fraude" y por ello ser demandados.
En este sentido, el fondo advirtió que podría demandar a algunos o todos los que participaron en la oferta del bono y a los compradores por "fraude" si es que se prueba que la emisión busco evadir una orden judicial.



