Graciela Camaño: "Consenso Federal no será aliado del kirchnerismo"

La diputada, que renovará su banca por la fuerza de Roberto Lavagna, advierte que el espacio mantendrá una identidad diferenciada y echa por tierra los rumores sobre una supuesta alianza con el Frente de Todos a partir de diciembre.

La diputada Graciela Camaño fue de las pocas legisladoras que logró renovar su cargo en representación de Consenso Federal, la tercera fuerza de Roberto Lavagna que en las elecciones del pasado domingo alcanzó apenas el 6,16% de los votos, dos puntos menos que los que obtuvo en las PASO.

En una entrevista con el El Cronista, la legisladora sostiene que el espacio que integra mantendrá su identidad diferenciada del kirchnerismo y echa por tierra las versiones de que CF podría sumarse a la bancada del Frente de Todos cuando asuma el nuevo Gobierno el 10 de diciembre.

No obstante, aclara: "Si el Gobierno necesita leyes que resuelvan los problemas que tienen los argentinos, y que no vaya en perjuicio de ningún sector, y menos aún de los sectores que menos tienen, por supuesto que las vamos a estar votando".

La legisladora también descarta que Lavagna analice integrarse al nuevo gobierno de Alberto Fernández como eventual ministro de Economía, una posibilidad que circuló durante la campaña, pero que el propio economista se encargó de clausurar.

¿Cómo evalúa el resultado de la elección y la performance de Consenso Federal que como ustedes mismos han dicho no estuvo a la altura de lo que esperaban?

-Creo que se polarizó mucho la elección hacia el final. Tuvo mucho que ver el trabajo que hizo Macri y también creo que tuvo que ver el tema de Chile, eso marcó la gran diferencia. Si mirás cómo empezaron esos actos y cómo terminaron, te das cuenta que se generó como una idea de que muchos argentinos no quieren que la Argentina termine en la calle y con ese nivel de conflicto.

Pero la situación en Chile, en todo caso, ¿no debería haber perjudicado al Gobierno? La gente manifieta allí su descontento con un modelo al que Macri siempre puso de ejemplo.

-Pero la gente no es tan sofisticada para mirar las noticias, eso somos el círculo rojo, por eso también el kirchnerismo usó el tema pensando que lo podía beneficiar y, de alguna manera, cerró su votante. Creo que eso tuvo también que ver con el incremento del macrismo.

¿Acertó Macri con sus marchas del Sí se puede para incrementar su caudal electoral el domingo?

-Hubo al final de la elección como una suerte de espiral y nos sacó votos. No solo los 500.000 que se perdieron, porque según las encuestas estábamos creciendo. Y en cuanto a Macri, ellos son muy marketineros pero cuando el Presidente se dio cuenta que la política tiene mucho que ver, empezó a mejorar sus números.

Ayer Carrió prácticamente culpó a Lavagna de que Macri no entrara al ballotage, insinuó un pacto tácito con el kirchnerismo para sacarle votos...

-Yo no voy a opinar sobre las estupideces que dice Carrió, porque a esta altura, cuando vez de qué manera actúa... honestamente que haga su vida. Ella tiene de alguna manera también algún antecedente cuando no fue elegida presidente y Lavagna competía en 2007. Ahí podés encontrar algo de las elucubraciones que hace. Pero no me interesa darle entidad. 

¿Qué postura va a tener en el Congreso Consenso Federal ante el nuevo gobierno del Frente de Todos? 

-Yo siempre cumplí con el votante mío, siempre lo que dije en campaña traté de que sea lo que refleje en mi actividad parlamentaria. Si el Gobierno necesita leyes que resuelvan los problemas que tienen los argentinos, y que no vaya en perjuicio de ningún sector, y menos aún de los sectores que menos tienen, por supuesto que las vamos a estar votando. Ahora, no tenemos por qué estar adentro ni formar parte, ni ser aliados (del Gobierno): Creo que uno tiene ahí la posibilidad de marcar diferencias. Por algo no estuvimos ahí, si pensáramos igual que ellos, no hubiéramos estado fuera del esquema que plantearon. Cuando escucho que hablan algunos dirigentes y te convocan públicamente, es una estupidez, porque ya la gente eligió.

 ¿Cómo cree que van a dirimir las diferencias que conviven hoy dentro de ese espacio?

-Yo lo planteé en la campaña, el hecho de que sea una fuerza tan heterogénea, con contradicciones entre ellos, pero aún así, la gente los eligió. Cómo resuelvan los conflictos es un problema de ellos, tienen que ponerse las pilas porque el país no está en condiciones de tolerar nada. Con un 40% de gente que es pobre o indigente, a lo que hay que apostar es a que ellos tengan la sabiduría de saber convivir, de saber resolverle los problemas a los argentinos, y si no lo hacen, el electorado los castigará en su momento. El poder del voto es algo inapelable. Fijate que hace dos años Macri aparecía como el gran ganador, parecía indestructible, se decía antes de las PASO que iba a ganar esta elección y el electorado no toleró que no le resuelvan los problemas. Lo que tenemos es un muy mal sistema que habría que cambiar, porque los funcionarios gastan el dinero público en sus campañas, está mal que se haga uso y abuso de los recursos del Estado para las campañas, que fue lo que pasó en esta elección sin ningún tipo de ética. Mientras Macri exudaba valores y hablaba de que era el representante de la transparencia, cuando terminaba el discurso se subía en el avión oficial que él utilizaba para su campaña. Esto hay que terminarlo.

¿Puede convertirse en jefe de la oposición Macri como pretende a la luz de lo que pasó en la elección?

-Eso lo van a tener que decidir en la coalición electoral que ellos hicieron. Cuando el radicalismo quiso hacer una coalición de gobierno, el propio Macri se encargó de decirles que eran una coalición electoral, hay que ver en este marco, que no hay poder, cómo se comportan. Yo creo que al principio se comportarán como una suerte de interbloque en Diputados y en el Senado, donde las identidades de las tres fuerzas van a estar claras y luego irán viendo… No es un partido Cambiemos, es una coalición electoral, habrá que ver si siguen sosteniendo los mismos criterios. Ese bloque es heterogéneo y me parece que el radicalismo todo este tiempo no fue escuchado y muchos radicales están disconformes con esa situación.

Un rumor muy instalado es que Alberto Fernández querría que Roberto Lavagna sea su ministro de Economía, pero él ya ha dicho en campaña que no participará de ese gobierno. ¿Hay algún factor que lo pueda hacer cambiar de opinión?

-No hubo ningún ofrecimiento, creo que fue una chicana de campaña, hay dirigentes que no se dieron cuenta de que la campaña terminó. Yo me remito a lo que él dijo, que no va a participar del Gobierno, más allá que como todos los argentinos de bien quiere que les vaya bien. Pero Roberto siempre ha expresado que no va a participar del Gobierno. 

¿La soprendió que Marco Lavagna quedara afuera de la Cámara? Si hubieran mantenido los números de las PASO seguiría siendo legislador.

-Honestamente, es lo que más me duele de todo el proceso, porque es un gran legislador, Marco. La Cámara pierde gente muy valiosa en este tramo y pierde dirigentes que se preparaon en el área de la economía. Lo pierde a Marco, a Nicolás Massot, a Kicillof también, hay que decirlo, porque formaba parte de ese grupo de economistas jóvenes, que cuando llegaba una legislación se corregía mucho, más allá de cómo se votaba. Más allá de que Axel hiciera un discurso encendido y contrario y votara en contra, participaba de la correción de las normas. Vamos a ver con qué se reemplaza. Y en cuanto a Marco, lamento mucho que los ciudadanos de la CABA no hayan advertido el enorme dirigente y legislador que se han perdido.

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