CABRERA SUBIÓ EL TONO AL DEBATE POR LAS REFORMAS TRIBUTARIA Y LABORAL

Gobierno dice que trabaja para terminar con "Hugo Moyano y los costos logísticos"

Apoyo privado a la iniciativa. Junto al Ejecutivo, endurecieron su discurso. Dietrich (Padre) habló de sindicatos "corruptos". Pidió eliminar convenios colectivos

En la semana del anuncio de reformas, el Gobierno nacional decidió endurecer el discurso.

Con motivo del Business 20 (B20), el capítulo de negocios del G20, que inició ayer sus actividades en Rosario, el ministro de Producción Francisco Cabrera sorprendió y abandonó el tono amable que suele desplegar Cambiemos y aseguró: "trabajamos en terminar con lo distorsivo de Ingresos Brutos, las rutas con falta de mantenimiento, las filas en los puertos, la corrupción y también con Hugo Moyano y los costos logísticos. Es demasiado", dijo en relación al poder sindical de Camioneros.

El lugar que eligió el Gobierno para romper la monotonía discursiva fue el escenario perfecto para que los representantes de las cámaras empresarias que componen el Grupo de los Seis (G-6, con los principales sectores de la producción nacional) respaldaran la reforma impositiva y laboral que acaba de presentar el Gobierno.

Pero Cabrera no estaba solo: sus dichos llegaron apenas minutos más tarde que otra figura que se escapó de la lógica diplomática y hablara con contundencia. Fue Guillermo Dietrich, vicepresidente segundo de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y padre del homónimo ministro de Transporte, quien afirmó: "Los sindicalistas son extremadamente corruptos. El día en que se resuelva eso, se termina el desempleo. Yo negocio hace años con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) y sigo viendo a la misma gente, no hay alternancia". Fue en un panel sobre la "agenda de alto impacto" y sorprendió que el tiro viniera de alguien corrido de los flashes. Pero Dietrich no estaba solo: fue aplaudido por buena parte del auditorio que se había reunido en la Bolsa de Comercio de Rosario.

La presentación del B20, con el abogado y dirigente industrial Daniel Funes de Rioja como Chair de Argentina, sirvió también para exhibir que el empresariado local irá de la mano con el Gobierno a discutir las reformas en el Congreso, desde el mes que viene.

Junto a sus colegas del G-6 (Jorge Pablo Brito, de Adeba; Gustavo Weiss, de la Cámara de la Construcción; Miguel Acevedo, de la Unión Industrial; y Daniel Pelegrina, flamante presidente de la Sociedad Rural en lugar del futuro ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere. Solo faltó Adelmo Gabbi, de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires), Dietrich padre señaló que el Gobierno tiene que terminar con el "38% de informalidad que existe, porque los que estamos en blanco no podemos competir. Tenemos que modernizarnos los empresarios pero también los sindicatos; no se puede avanzar con los convenios colectivos de trabajo que tienen más de 40 años", completó.

Gustavo Weiss destacó, contemporizador, que los sindicatos "están proclives a que cuando se hable de paritarias también se ponga en la mesa el tema de incrementar la productividad".

La modernización será la palabra de moda en las próximas semanas. Fue el término que se encontró para lo que un importante dirigente reconoció en los pasillos como "flexibilización" y lo que el presidente Macri llamó "ceder todos un poco".

El titular de IRSA y del Banco Hipotecario, Eduardo Elsztain, valoró que el Gobierno haya trabajado en "modernizar los convenios", mientras que Acevedo, de la UIA, también ponderó el borrador de la reforma laboral y se sorprendió porque la CGT canceló la reunión con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, en el que se iba a analizar el proyecto.

Sin querer ser tan duro como Dietrich, Funes de Rioja se diferenció en las formas pero apoyó el contenido. "No se pueden tolerar a dirigentes como (Omar) Caballo Suárez o (Juan Pablo) Pata Medina. Estamos de acuerdo con ir a fondo contra la corrupción", expresó el encargado del grupo que se puso en marcha ayer.

Por otro lado, en compañía de su antecesor, el alemán Jürgen Heraeus, Funes de Rioja exaltó en la presentación el sistema dual de educación en el país europeo, donde se combinan los conocimientos académicos en un centro de formación profesional y en las compañías. En otras palabras, las pasantías que resisten gremios y estudiantes en Argentina por considerarla "mano de obra barata".

En tanto, Brito, de Adeba, respaldó las propuestas oficiales y dijo que como empresario debe "apoyar" todo lo que otorgue "más competitividad al sector privado".

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