El FMI podría alcanzar con el Gobierno un acuerdo que conste de dos etapas:una antes de las elecciones y otro más robusto en 2026. Además, sostuvo que el organismo podría aceptar el súper peso.
El exdirector del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, sostuvo que considera que lo más probable sea un acuerdo en etapadas.
En un documento publicado por el Peterson Institute for International Economics, Werner explica las dos instancias que componen ese acuerdo.
Por un lado, en el corto plazo, el organismo podría apoyar en 2025 las obligaciones de Argentina con un acuerdo stand by de un año, que permitiría que el país pueda refinanciar sus servicios de deuda.
La segunda etapa sería un acuerdo más robusto pasadas las elecciones, con desembolsos netos durante 2026, esta vez su sujetos a la corrección de la apreciación del peso y la aceleración de la salida del cepo.
"Esta estrategia aliviaría de inmediato las presiones financieras, mientras que posterga un apoyo significativo del FMI a Argentina hasta que resuelva sus incetidumbres políticas y económicas", señaló Werner.
Este acuerdo sería una de las tres alternativas que analizó el exfuncionario del organismo. El primer escenario sería el de evitar el costo político que implicaría un acuerdo con el FMI que demande cambios en la tasa de interés y en el tipo de cambio.
Sobre esto último, el FMI advirtió en su última evaluación que el peso estaba muy apreciado, lo que atentaba contra la acumulación de reservas.
La contracara de ese escenario sería buscar financiamiento internacional en los mercados a un costo mayor y llevar a las reservas a un terreno aún más negativo para cubrir las necesidades externas de 2025, empujando un acuerdo con el FMI para después de las elecciones.
La otra alternativa sería que el FMI aceptara los argumentos de Argentina que cuestionan una presunta sobre valuación del peso y alcanzaría un nuevo programa con un apoyo financiero significativo y "cambios cosméticos sobre el actual tipo de cambio y las políticas monetarias".
Según Werner, el optimismo argentino con las negociaciones y la posibilidad de que este escenario se materialice aumentaron desde la asunción de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos.
El exfuncionario destacó que, en 2025, el oficialismo enfrentará dos grandes desafíos que determinarán la sostenibilidad de su programa de estabilización: las elecciones legislativas y la apreciación del peso.
Sobre las elecciones, dijo que un resultado positivo podría consolidar a La Libertad Avanza como la fuerza dominante para las elecciones presidenciales de 2027, además de "consolidar las expectativas económicas positivas, pavimentando el camino para la continuidad de las reformas económicas de Milei si es reelecto".

En el caso del súper peso, señaló que el Gobierno argumento que no existe tal apreciación ya que la balanza energética y las reformas estructurales sustentan un peso más fuerte.
Sin embargo, agregó que sin las reservas suficientes, el peso no puede flotar libremente ni se pueden levantar los controles de capital, pero que un ajuste en el tipo de cambio corre el riesgo de generar una disparada temporal de la inflación, lo que podría atentar contra las proyecciones electorales de Milei.
Werner descartó la imposibilidad de un acuerdo, porque Argentina va a necesitar si o si los fondos en los próximos años dados los vencimientos que enfrentará a partir de 2026.




