Una nueva era se inauguró en la Cancillería con el desembarco del diplomático de carrera Jorge Marcelo Faurie como ministro de Relaciones Exteriores y Culto quien ayer, poco después de jurar en el cargo ante la mirada del presidente Mauricio Macri, se esmeró en subrayar que viene a continuar la "inserción inteligente al mundo" frase acuñada por su predecesora, Susana Malcorra y "ganar nuevos mercados" para la Argentina en la economía global.

Macri interrumpió la ceremonia de jura de Faurie, seguida por el gabinete en pleno y miembros del cuerpo diplomático, para elogiar el trabajo de Malcorra y señalar que, en lo que va de su gestión, se logró "un nivel de visibilidad y un entusiasmo único en el mundo" con la Argentina. También chanceó al nuevo ministro, en medio de la jura, interrogándolo sobre el por qué de su segundo nombre. "Marcelo significa el que trabaja la tierra, y a eso vine... a trabajar", devolvió enseguida, ante la risa generalizada de los presentes.

Tras los efusivos saludos, el canciller aseguró a El Cronista que llega al cargo con el mandato de continuar la "inserción inteligente" al mundo. "Queremos que eso signifique acceso a mercados, y que genere más productividad, para tener más trabajo y más bienestar. Ese es el norte para que disminuzca la pobreza", sentenció, a tono con el discurso del Gobierno.

Por expreso pedido de la Jefatura de Gabinete, a quien le debe su llegada al cenit de la carrera diplomática, Faurie comenzará en las próximas semanas una revisión integral de la estructura ministerial para "tener una Cancillería eficiente y del siglo XXI" y enfocada en las negociaciones comerciales, como se esmeran en repetir cerca de Marcos Peña y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo. Para eso se valdrá de la Secretaría de Coordinación y Cooperación Internacional, en la que aún no definió un titular. "Tenemos que hacer un trabajo de reducción de la estructura, que está quizás un poquito recargada en algunas áreas", reconoció el nuevo canciller. La idea que circula en los despachos es "rebalancear" la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, ala económica de la Cancillería, con más funcionarios, y depurar el lado político del Palacio San Martín.

Ante la prensa, Faurie evitó dar precisiones sobre la vacante en la embajada argentina en Washington. "Las embajadas se irán cubriendo progresivamente", se limitó a decir.

En la despedida que anoche se ofreció a Malcorra en el edificio de Esmeralda 1212, Faurie brindó dos mensajes: agradeció el apoyo del cuerpo diplomático extranjero, al que invitó a seguir fortaleciendo los vínculos, y a los funcionarios de "la Casa" les pidió que estén "a la altura de la circunstancia" para demostrar que están capacitados para conducir esta nueva etapa de la Cancillería. Toda una señal antes de sentarse a ultimar detalles para asistir la próxima semana a la asamblea general de la OEA en México y, seguidamente, al Comité de Descolonización de la ONU, en Nueva York.