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El salto exportador es uno de los grandes anhelos de las pymes nacionales que buscan "poner un pie" en otro país, no sólo para generar divisas y crecer sino, además, sortear los cambios drásticos de la política económica nacional.

El proceso es largo y en el camino surgen todo tipo de requisitos que podrán ser vistos como "barreras" o simples desafíos para llegar al objetivo; entre ellos, los especialistas mencionan desde certificaciones; normativa internacional comercial y aduanera hasta cuestiones fiscales, de logística y finanzas.

Aunque algunos situaciones pueden generar demoras y duplicar el trabajo, al fin de cuentas, todo se expresa en un encarecimiento del producto a exportar y eso, señalan los especialistas, resta competitividad.

El primer paso es inscribir como exportador a la empresa en el Registro de Operadores de Comercio Exterior de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). "El registro se tramita por única vez y permite operar como importador o exportador en todas las aduanas del país", explica la Agencia Argentina de Inversión y Comercio Internacional (Aaici)

Entre los errores más frecuentes que pueden generar multas, los especialistas destaca incluir información equivocada u omisiones en la factura comercial; se trata de un documento que debe completarse según el Incoterm (International Commercial Terms) correcto, con la descripción detallada de la mercadería, valor, etc.

Del mismo modo afecta la inconsistencia entre la lista de empaque y el contenido real de la mercadería o la falta de certificados de origen, sanitarios, fitosanitarios u otras licencias exigidas por el país de destino o por la normativa argentina para la exportación de ciertos productos.

Sin embargo, la principal recomendación para evitar sanciones comerciales, es suministrar información exacta y en plazo en la declaración aduanera de exportación.

No todo está permitido

Antes de sumergirse en el mundo exportador, las firmas deberán estudiar las normativas y prohibiciones de los mercados que busquen conquistar. Esto implica evaluar las normas de Calidad y Estándares en materia de seguridad, etiquetado para evitar que la mercadería sea rechazada en destino.

Asimismo, entre los errores Aduaneros y Fiscales más riesgosos, los asesores advierten por la incorrecta clasificación arancelaria según la Nomenclatura Común del MERCOSUR (NCM), lo que puede derivar en el pago de aranceles o derechos de exportación incorrectos, y consecuentemente en multas.

Del mismo modo, se debe declarar de forma correcta la Valoración Aduanera para no afectar la liquidación de impuestos y derechos de exportación.

También puede generar pérdidas económicas un embalaje inadecuado que dañe o reduzca producto así como también la falta de coordinación entre los distintos actores de la cadena logística.

Aunque no es un error del exportador, existe consenso en que la deficiente infraestructura en puertos y rutas en Argentina genera demoras que se transforman en "costos ocultos" para la producción.

Ingreso de divisas

Sobre los aspectos Financieros y Cambiarios, la mayor preocupación se centra en considerar las fluctuaciones del tipo de cambio para no afectar la rentabilidad de la operación y, a la par, cumplir con las normativas de ingreso y liquidación de divisas por las exportaciones, lo que significa "pesificar" a través del MULC.

Desde Galicia, recomiendan registrar siempre los ingresos de divisas asociadas a exportaciones. "Aun persiste cierto control de cambios que hace necesaria esta registración, y evita posteriores preguntas del BCRA".

Además, si por alguna situación no es posible ingresar las divisas por el 100% de lo exportado en Aduana, consultar al banco designado para que ayude a resolver el caso. "Siempre asegurarse de pasarle a los clientes del exterior los datos correctos para que el cobro llegue a destino y se pueda liquidar en la cuenta", plantearon.

Un error frecuente es incumplir los plazos de liquidación de ingreso de fondos, destacaron desde BBVA en Argentina. "El cliente deberá tener conocimiento que esta operatoria está alcanzada por el régimen penal cambiario, por lo que es muy importante en las operaciones de exportación de bienes, el cumplimiento de plazos normativos para acceder al MLC y la obligación de ingreso de esos fondos".

Una buena práctica para empresas que se inicien en comercio exterior es el contacto con las cámaras sectoriales que las agrupen, recomendaron y explicaron que a través de ellas podrán conseguir información que "ayude a desarrollar la internacionalización de su negocio, oportunidades, mercados, etc.".

Por eso, para no perjudicar la imagen de la empresa en el exterior, resulta clave recurrir a asesores especializados como despachantes de aduana o consultores especializados quienes se mantienen actualizado sobre la normativa vigente a nivel local e internacional.