La vuelta a cero del sistema de liquidación de exportaciones y la cercanía de las elecciones abrió una incógnita gigante en el mundo empresario. El viernes próximo será el último día en el que estará abierta la ventana para que puedan aprovechar el esquema "70/30", y a partir de allí habrá que esperar por novedades.

El gran problema no es que las novedades que se aguardan no tienen que ver solo con el mundo exportador, sino que lo que se define el domingo es un nuevo Gobierno, lo que podría hacer todo más lento.

El paréntesis más importante se abriría en caso de que Javier Milei resulte electo. En un escenario bastante parecido al que se dio en 2015 cuando ganó Mauricio Macri, hoy los exportadores advierten que "será muy difícil desarmarse del stock" en caso de que el libertario se imponga en el balotaje.

Es decir: se generaría una suerte de "agujero negro" de operaciones, a la espera por las nuevas reglas de juego.

Esto tiene que ver con que una de las propuestas de Milei es romper el cepo -es decir, ir a una libre disponibilidad de dólares- por lo que muchos serían los que elegirían la opción de guardar su producción ante la promesa de llegada de mejores condiciones.

En este caso, además, habría que esperar al anuncio que debería realizar eventualmente Sergio Massa de cara a lo que sería el final de su gestión, el 10 de diciembre.

"Lo peor que le puede pasar al mercado es una indefinición; nadie sabrá si le conviene exportar ahora o más adelante. Si no hay claridad, se puede caer en una situación muy compleja como la que vimos en 2015", sostuvo ante la consulta de El Cronista el economista Federico Bernini, especializado en Comercio Exterior.

"A esto -continuó- habrá que sumarle los días que pasen para que efectivamente entren en juego las nuevas reglas".

De cara a lo que vendrá, Massa deberá poner en marcha el nuevo sistema. Si bien por ahora los primeros contactos entre Economía y empresas indican que "se volverá al dólar oficial", algunas fuentes sostienen que, si bien no repetirá el esquema 70/30 "alguna medida especial debería haber", de modo de incentivar las exportaciones.

Si Massa es quien el domingo se transforma en presidente, este esquema regiría al menos hasta el cambio de Gobierno, donde ya se planteará otro escenario, aunque al menos en el corto plazo habría algo de certidumbre.

Dentro de los sectores que podrían esperar por mejores condiciones para exportar hay dos grandes grupos. Por un lado, aquellos que comercializan, por ejemplo, piezas para la fabricación de algún producto terminado. En estos casos las posibilidades de esperar a un escenario más conveniente no son grandes ya que tienen clientes que están esperando su mercadería.

Del otro lado aparece el campo -que mueve cerca del 60% de las exportaciones argentinas-, sobre todo desde los segmentos de los cereales y las oleaginosas, que sí están en condiciones de aguardar por mejores condiciones.

Para el Gobierno, el movimiento de las exportaciones es fundamental ya que representa el caudal de ingreso de dólares que puede tener la Argentina.

Según los cálculos oficiales, 2023 podría cerrar con ingresos por cerca de u$s 70.000 millones, aunque a septiembre se habían totalizado u$s 51.000 millones. Esta cifra estará por debajo de los u$s 88.500 que se habían marcado el año pasado.

El esquema "70/30" que ya tiene sus últimos días de vigencia ofrece a los exportadores la posibilidad de realizar un 70% de liquidaciones a precio de dólar oficial (que desde el miércoles se comenzó a mover y cerró en $ 368,50), mientras que y el 30% restante se realiza con el valor del contado con liquidación.