En el primer trimestre mejoró la generación de empleo, según Idesa

El pasado jueves el Indec publicó los indicadores laborales correspondientes al 1° trimestre del 2018, según los cuales el empleo subió y la tasa de desempleo se ubicó en el 9,1% de la población económicamente activa, similar a la observada en igual periodo del año anterior (9,2%).

En tanto, la proporción de gente que trabaja o busca trabajo subió desde 45,5% a 46,7% de la población urbana y la ocupación lo hizo desde 41,3% a 42,4% en el mismo período. Esto significa que hubo un aumento de la ocupación que no se tradujo en disminución del desempleo porque más gente se incorporó a la fuerza laboral.

Según un reporte del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), los cambios en la composición del empleo son uno de los aspectos más relevantes de los datos del Indec, ya que reflejan que en los primeros 3 meses del año hubo una mejora cuantitativa y cualitativa en el empleo.

"A finales del 2017 el aumento de la ocupación fue más alto y con menos dependencia del cuentapropismo. Esta mejora parece acentuarse en los primeros meses del 2018 cuando la ocupación creció de la mano del empleo asalariado. Si bien no todo este aumento es empleo registrado, ya que la mitad corresponde a aumento de empleo asalariado no registrado, son indicios –al dejar de depender del cuentapropismo– de un incipiente proceso de recuperación de la capacidad de las empresas de generar empleo", explica Idesa.

Sin embargo, advierten que "es previsible que estas tendencias se reviertan en el segundo
trimestre" debido a las turbulencias en el mercado cambiario y financiero."

"El salto exorbitante en las tasas de interés genera parálisis en muchas empresas, sobre todo en las más pequeñas, poniendo en riesgo la capacidad de creación de empleos. Esto se potencia con la incertidumbre que genera la inestabilidad en la toma de decisiones para la ejecución de proyectos de inversión", señala el informe.

En este contexto, Idesa alerta que "se hace más explícita la doble inconsistencia del gradualismo fiscal con endeudamiento externo para evitar los costos sociales del ajuste", ya que por un lado no resuelve el desequilibrio financiero y, por el otro, no minimiza los costos sociales.

"El equilibrio fiscal es la condición necesaria para tener niveles de tasas de interés y
tipo de cambio que favorezcan la inversión y la creación de empleos de calidad. Si el
ordenamiento se hace con sentido estratégico es posible enfocar el recorte en gastos que
no contribuyen a una mejor distribución del ingreso", concluye.