

La primera línea de Juntos por el Cambio, la principal fuerza de oposición, parece haber entendido que si pretende ser una oferta competitiva en las próximas elecciones es condición necesaria, aunque no suficiente, mantenerse abroquelada. Días atrás, tanto en Diputados como en el Senado, demostraron que, unidos, pueden poner al oficialismo en una situación incómoda. El Frente de Todos tomó nota de ello: el jefe de Gabinete Santiago Cafiero salió con los tapones de punta el fin de semana a castigar la figura del ex presidente Mauricio Macri. Para los referentes de JxC, subirlo al ring no fue más que una "provocación" y salieron a bancarlo.
"Es una situación inédita", reconoció un importante referente de la oposición al hablar de la unidad que mantiene hoy el espacio, pese a la derrota en octubre. Lo inédito -señaló - es que la semana pasada, los senadores de JxC, junto con el Interbloque Federal, le pusieron un freno al oficialismo pese a que cuenta con una holgada mayoría. Tres horas antes de que iniciara la sesión, el líder de la bancada oficialista, José Mayans, se enteró que el tratamiento de dos proyectos -uno de ellos, la Ley de Alquileres- quedarían fuera de discusión. Ciñéndose al reglamento, la oposición bloqueó el debate. "Es una señal al kirchnerismo, que pensaba que tenía dos tercios para hacer cualquier cosa", advirtió Martín Lousteau, sobre la negativa a tratar sobre tablas las iniciativas.
"Es una derrota fuerte de CFK, porque es un antecedente para el caso Rafecas", dijeron desde el espacio opositor a este medio. Es que la oposición cosechó cuatro bancas más que las 25 que se necesitan para bloquear el tratamiento de temas que requieren mayorías especiales, como la aprobación del pliego del Rafecas para quedar al frente de la Procuración General.
En Diputados, JxC también demostró unidad. La semana previa, los 116 diputados del interbloque dieron el presente en la sesión que convocaron para rechazar el DNU de los "superpoderes". Si bien la sesión no pudo ser por falta de quórum, la asistencia perfecta fue un hecho político en sí.
En medio de la pandemia, en el espacio admiten que el accionar de Horacio Rodríguez Larreta "genera ruido y desdibuja a la oposición". Aunque entienden que el alcalde porteño está "obligado" a coordinar las estrategias sanitarias con el oficialismo.
Aun así, dan por descontado que el temor que les genera el "empoderamiento" de Alberto Fernández los mantendrá unidos. Auguran que los gobernadores necesitarán mantener un buen vínculo con el jefe de Estado si es que quieren que este les tienda la mano. "Todas las provincias están con problemas de financiamiento, todas necesitan la máquina de hacer dinero", señaló un referente cambiemita. Y quien tiene el monopolio de la "maquinita" es Fernández.
Pese a esta unidad que hoy muestra JxC, el espacio sigue sin un líder y son varios los candidatos: Lousteau, Alfredo Cornejo, María Eugenia Vidal y Larreta. Pero, "tener una figura fuerte hoy no es necesario", dijo un diputado, aunque dio por hecho que la pospandemia "generará figuras". En todo caso, se dirimirá en las PASO, si es que no se eliminan antes.
Tras los dichos de Cafiero, quien opinó que con Macri, "esta pandemia hubiera sido una catástrofe", la lectura que hacen de la oposición es concreta. "Al Gobierno le sirve traerlo (a Macri) para limpiar sus macanas", interpretó uno de los diputados con mayor peso dentro de la coalición en referencia a la embestida del jefe de Gabinete.



