Empresas en la encrucijada: no todas podrán abonar el plus de $ 5000

Molestos por no participar de la mesa de negociación donde el Gobierno definió que los obligará a pagar un plus en octubre señalan que hay heterogeneidad en el mundo privado y piden compensar con impuestos.

La noticia de extender al sector privado la obligatoriedad de pagar un bono similar al que el Gobierno anunció para los estatales ya comenzó a generar varias voces en contra por parte de las cámaras empresarias. En especial, porque nuevamente quedaron fuera de la mesa de negociación.

Ayer hubo reuniones urgentes en la mayoría de las cámaras empresarias para buscar consensuar una respuesta común al pedido e intentar ofrecer opciones. "Parece que ya lo decidieron, ahora vamos a ver si podemos "colar" opciones", explicaron desde una cámara.

La confirmación por parte del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, que para finales de esta semana se terminará de definir el monto y la "obligatoriedad" para el sector privado tomó al titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, terminando de coordinar un encuentro con el candidato a presidente Alberto Fernandez .

Desde la gremial patronal que reúne a los sectores industriales señalaron a El Cronista que "hay preocupación porque, como siempre, la situación es heterogénea. Hay empresas que están muy mal y no lo podrían afrontar, otras que acordaron salarios con inflación. Pero a esto se le suma que en el sector industrial el diálogo con los sindicalistas es muy bueno por lo que también molesta la imposición política de este tipo de cosas", señaló una fuente industrial que suele tener el clima de la entidad fabril.

Pero no sólo los industriales se muestran molestos con la decisión. En el sector de la construcción que viene sufriendo la caída de la obra pública y el parate de la privada, también adelantan la imposibilidad de hacer frente a un pago el próximo mes.

"No hay detalles, por lo que trascendió sería el mismo modelo que el de los estatales que implica un plus de $ 5000 a pagar en octubre. Claramente es algo que entendemos que es bueno para la gente que la está pasando mal pero, por otro lado, el sector hoy no está en condiciones de pagarlo. Muchas empresas, la mayoría, no lo puede pagar", señaló un hombre fuerte del mundo de la construcción.

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millones de asalariados tiene el sector privado y podrían acceder al bono de $ 5000

 

"La mayoría de las pymes está luchando para mantener el empleo, y en muchos casos, está teniendo problemas para pagar los sueldos", señaló Pedro Cascales, vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Desde la entidad decidieron ser más proactivos y no esperar los detalles de lo que podría ser este bono y ya adelantaron propuestas. Asumiendo que no se diferenciará a las pymes de las grandes compañías, desde la CAME ya pidieron que se les permita "compensarlo con contribuciones patronales, IVA o algún otro impuesto" con el fin que el impacto económico sea neutro.

 

Tradiciones

 

Los gobiernos imponen sus propias tradiciones con el fin de tener una impronta más allá del propio relato con el que comunica. Así, por ejemplo, una de la gestión Cambiemos son las reuniones de Gabinete diarias, o que los miércoles el presidente Mauricio Macri trabaja desde la Quinta de Olivos.

De concretarse el decreto por el que los privados tendrán que pagar un bono de $ 5000 en octubre, Cambiemos ratificará otra tradición desde que llegó a la Casa Rosada: se produjo en tres de los cuatro años de gestión -sólo no se pagó bono en 2017, luego de que ganara las elecciones legislativa y tuviera los mejores meses económicos-.

Durante el 2016 se inauguró esta costumbre de bono de fin de año que, a deferencia de lo que sucede en las grandes compañías, no es un plus por buenos dividendos, sino un paliativo frente a los magros resultados. En ese momento el Gobierno pagó entre $ 2000 y $ 3500 a los empleados públicos y los privados pusieron su "granito de arena" con un bono de 2000 pesos.

Al año siguiente y con una elección favorable de medio término en el Ejecutivo, entendieron que no era necesario repetir esa medida así que sólo hubo se definió un aporte de $ 2200 para las organizaciones sociales.

30.000 millones de pesos es el costo de pagar un bono a todos los asalariados del sector privado

Pero durante el 2018 pasaron cosas, la Argentina llevó adelante negociaciones con el Fondo Monetario Internacional con el fin de evitar una crisis y así fue que llegaron los dos acuerdos con el organismo multilateral, renunció el presidente del Banco Central, dos veces, y la crisis empezó a mostrar su peor rostro.

En este contexto, nuevamente llegó el decreto por el que se establecía el pago de un bono de $ 5000 en dos cuotas para el sector privado. En este caso el Gobierno abría la posibilidad de que "cada sector puede negociar" la forma de pago y que figure a cuenta de futuros aumentos.

Casi doce meses más tarde y con una inflación acumulada a julio que supera el 25% el Gobierno y la CGT acordar un nuevo bono manteniendo el monto pagado en 2018.

Cuando el jueves se conozca el dato de la suba del costo de vida la cifra acumulada sería de 30%, por lo que en términos reales el plus será un 30% menor que el pagado en 2018.

 

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