Embajadora de la UE: "Los acuerdos traen efectos inesperados que se deben gestionar"

Más allá del estridente ruido de ciertos sectores, buena parte del empresariado europeo festeja el cierre del acuerdo de asociación estratégica con el Mercosur porque permitirá ahorrar más de u$s 4500 millones al año en aranceles, eliminar derechos de importación y adquirir bienes intermedios de sus casas matrices que hoy toman del mercado local.

Con el trazo grueso del acuerdo cerrado, la delegada de la Unión Europea (UE) en la Argentina, Aude Maio-Coliche, rompe el silencio que las negociaciones imponían y se abre a debatir desde Bruselas con El Cronista el impacto a corto y mediano plazo para la economía local.

¿Qué beneficios traerá esta asociación?

La apertura trae consigo prosperidad. Lo vivimos los europeos al abrir nuestras fronteras, y por eso estamos convencidos de que generará más intercambio, actividad económica, empleo y acceso a productos que hoy no tenemos de un lado o del otro. Cuando las tarifas caigan progresivamente, los consumidores notarán que son los primeros beneficiados. Pero también se sientan bases para comerciar mejor, con reglas claras, y eso genera estabilidad y más oportunidad para la inversión.

Mientras la reelección de Macri sea una incógnita y el europarlamento acentúe su fragmentación, ¿no hay riesgo de caer en un impasse?

Yo confío mucho en que saldremos adelante porque hemos negociado casi 20 años y muchos gobiernos pasaron de un lado y del otro. Nunca se detuvo del todo y eso es porque hay una historia detrás que hará al poder de turno entender su beneficio.

¿Como repercutirá a corto plazo en el país?

Como en toda negociación, se concede y se recibe algo a cambio para obtener un acuerdo balanceado. Habrá tiempo para asimilar y establecer estrategias para llegar preparados. Es posible que haya más productos al alcance del consumidor, precios que bajen, y eso beneficiará al ciudadano común.

La diplomática francesa augura un crecimiento en la actividad y beneficios visibles por el acuerdo.

¿El acuerdo dejará ganadores y perdedores?

De los tratados con otros países hemos aprendido que hay consecuencias inesperadas. Uno regula pensando en la situación de hoy pero en la marcha ocurren transformaciones. Es difícil decir al día de hoy si hay sectores ganadores o perdedores. Por eso es importante que toda la clase política se empeñe en gestionar el cambio y acompañar al sector privado y la sociedad civil para aprovechar las ventajas y adaptarse a tiempo.

¿Europa asistirá a las pymes locales para su adaptación?

Tenemos programas en marcha y ya estamos discutiendo nuestro presupuesto plurianual. Nos queda claro que tenemos que dedicar más fondos a la cooperación, pero por lo pronto el Banco Europeo de Inversión (BEI) ya presta dinero al Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) para ayudar a las pymes; trabajamos en Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y compartimos experiencias en Propiedad Intelectual. La firma nos dará más empuje.

¿Avizora un mayor interés europeo por invertir aquí?

Hay un clima de confianza positivo, que los actores económicos siempre piden. En otras circunstancias, se ha visto que de por sí genera actividad. Y no es menor que dos bloques decidan asociarse cuando se pone en cuestión el comercio basado en reglas. Ni Europa ni Sudamérica queremos que rija la ley del más fuerte.