

La Provincia de Buenos Aires es ahora el escenario más disputado del tablero político nacional. A diferencia de otros años, donde las elecciones legislativas provinciales pasaban casi desapercibidas, el próximo 7 de septiembre se presenta como una fecha clave. La tensión entre las principales fuerzas políticas, tanto en el oficialismo como en la oposición, elevaron el interés y la temperatura de la campaña.

Por un lado, los libertarios avanzaron con su estrategia de absorción del PRO, mientras que el partido fundado por Mauricio Macri, que consintió la desaparición de su nombre en el Frente, resiste esa embestida, con candidaturas propias en algunos distritos, pero sobre todo con declaraciones de delimitación de algunas de sus figuras, sea el propio expresidente o la exgobernadora María Eugenia Vidal, asentada ahora en CABA, mientras la discusión por una alianza en terreno porteño atraviesa sus vicisitudes.
Del otro lado, el peronismo atraviesa una crisis interna profunda: Axel Kicillof, Cristina Fernández de Kirchner y La Cámpora lograron una unidad precaria que, sin embargo, no disipó las tensiones. En ese contexto, las elecciones de septiembre se convirtieron en un ensayo general para el gran desafío de octubre, cuando se renovará el Congreso nacional y se medirá la temperatura política de cara a 2027.
Según la última encuesta de Giacobbe & Asociados, realizada entre el 23 y el 28 de julio de 2025 en la Provincia de Buenos Aires, la intención de voto para las elecciones de septiembre muestra una paridad notable. La alianza entre La Libertad Avanza y el PRO alcanza el 40,9%, mientras que Fuerza Patria -el espacio que nuclea al kirchnerismo y aliados- se ubica apenas por debajo, con el 38,8%. Más lejos aparecen el Frente de Izquierda (4,1%), Somos Buenos Aires (3,8%) y otras opciones menores.

Estos números reflejan una competencia voto a voto, donde cada punto puede definir el control de la Legislatura bonaerense. La encuesta, basada en 1.500 casos y con un margen de error de ±2,5%, se realizó mediante encuestas a dispositivos móviles, con un cuestionario estructurado que incluyó preguntas abiertas y cerradas.
En cuanto a la elección nacional de octubre, el panorama también muestra una ventaja para los libertarios pero más amplia. A nivel país, La Libertad Avanza lidera con el 40,2% de intención de voto, seguido por el kirchnerismo-peronismo con el 31,3%. El PRO, por separado, apenas alcanza el 6,7%, mientras que el peronismo no kirchnerista suma 5,2%. La UCR y la izquierda quedan relegadas con 1,4% y 1,2%, respectivamente.

Más allá de los números, la encuesta también indaga en las emociones que genera la situación actual del país. A nivel nacional, el sentimiento predominante es la angustia, seguido por la bronca y la tristeza. Solo una minoría expresa esperanza o alegría, lo que refleja un clima social cargado de malestar. En la Provincia de Buenos Aires, el patrón se repite: la angustia lidera las respuestas, seguida por la bronca, mientras que la esperanza aparece como una excepción.
En cuanto a la imagen de los principales dirigentes nacionales, Javier Milei mantiene una imagen positiva del 44,1%, aunque su imagen negativa también es alta: 48,3%. Victoria Villarruel tiene una imagen positiva del 19,7%, una regular del 28,6% y una negativa del 46,1%. Mauricio Macri conserva una imagen dividida (40,8% positiva, 42,3% negativa), mientras que Cristina Kirchner presenta una imagen negativa del 56,6%, y Patricia Bullrich tiene un rechazo del 42,3%, con una imagen positiva del 40,8%.

Desde septiembre de 2020, cuando nadie lo imaginaba presidente, ni siquiera candidato, la imagen de Javier Milei experimentó fluctuaciones notables en la percepción pública. En sus inicios, la percepción positiva era del 27,6%, mientras que la negativa alcanzaba el 33,4%. A lo largo del tiempo, su imagen positiva creció, llegando a un pico del 58,7% en mayo de 2024, poco más de un año después de asumir. Sin embargo, para julio de 2025, esta tendencia se revirtió parcialmente, con una imagen negativa que supera a la positiva. La percepción regular se mantuvo baja y estable, y el porcentaje de personas sin opinión formada fue marginal.
Primera sección electoral
En la Primera sección electoral, Gabriel Katopodis, de Fuerza Patria, encabeza el ranking de imagen positiva con 33,9%, seguido de Diego Valenzuela, de la alianza La Libertad Avanza + PRO, con 32,3%. Mucho más atrás aparece Julio Zamora, de Somos BA, con apenas 12,8% de imagen positiva. Sin embargo, Katopodis enfrenta un nivel de rechazo superior al de apoyo: su imagen negativa alcanza el 42,2%. Valenzuela, que lo sigue de cerca en imagen positiva, tiene una imagen negativa considerablemente menor, del 29,9%.
Tercera Sección Electoral
En la Tercera sección, quien lidera en imagen positiva es Verónica Magario, de Fuerza Patria, con 35,1%, seguida por Maximiliano Bondarenko, de la alianza La Libertad Avanza + PRO, con 24,9%. No obstante, Magario también registra una imagen negativa elevada, del 46,8%, mientras que Bondarenko, con menor nivel de apoyo, también muestra menor rechazo, con 33,7% de imagen negativa.
Estos datos muestran que, más allá de las estructuras partidarias, la elección se definirá también por el nivel de conocimiento y la imagen de los candidatos en cada sección. La polarización entre libertarios y kirchneristas se traslada a todos los niveles, pero en muchos casos los votantes aún no tienen una referencia clara sobre quiénes serán sus representantes.



