Rossi debutó como precandidato frente a empresarios: qué le pidieron a puertas cerradas

En su debut como precandidato presidencial, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, busca recuperar el terreno perdido frente a otros rivales de la interna del Frente de Todos. Y en una primera reunión con empresarios del sector PyME, en la sede de la Confederación General Económica de la República Argentina (CGERA) hubo algunas demandas por problemas macro y puntuales de la coyuntura económica pero también una intención de involucrarse en el diseño de un programa competitivo.

Para Rossi, no es la primera cita con los representantes de la pequeña y mediana empresa como precandidato presidencial. Ya en 2015 se había reunido con ellos aunque el número de aquel entonces era mucho menor al de hoy, valoraron desde su entorno. La reunión y un almuerzo posterior se prolongaron durante poco más de una hora en el quinto piso de la sede de CGERA, a metros de la avenida 9 de Julio.

Durante todo ese tiempo, el jefe de Gabinete procuró transmitir un mensaje de optimismo respecto al horizonte económico. Insistió con la idea de que esta crisis es temporal y tiene final, a partir de noviembre/ diciembre cuando arranque la cosecha fina y se mitiguen finalmente los efectos de la sequía que dejó sin u$s 20.000 millones las arcas del Estado en un año clave. Y que 2024 debía ser el año de la recuperación del salario.

"Son empresarios con una mirada nacional y popular, de crecimiento y protección de la industria, de aumento del consumo y del mercado interno", describieron testigos del encuentro. Incluso, durante la comida posterior hubo un intercambio de miradas acerca del diseño e un modelo de país -en línea con el reclamo de la Vicepresidenta Cristina Kirchner de pensar en un programa económico más allá de los nombres-, con una manifiesta intención de que el empresariado se involucre políticamente en la respuesta al problema. Hasta se ofreció asistencia técnica.

Así y todo, Rossi no pudo eludir una serie de reclamos que desde hace tiempo expresan las PyMEs respecto a los obstáculos que sortean para producir en Argentina. Desde el pedido que se corrija la macroeconomía hasta problemas puntuales de algunos sectores, como las curtiembres, afectados por la decisión de levantar todo tipo de restricciones a la exportación de cuero salado, contra la obligación previa de sumarle en Argentina el valor agregado. Le pidieron que se dé marcha atrás en ese sentido.

Reclamos puntuales

El encuentro de poco más de una hora tuvo lugar en el quinto piso del edificio donde se encuentra la Confederación General Económica (CGERA). Gran parte de la conversación giró sobre las contradicciones entre la posibilidad del sector de generar empleo -como motor del país- y el jaque permanente que sufren al hacer frente a las constantes remarcaciones de las grandes firmas frente a la inflación.

Este último aspecto es particularmente grave por el aumento de precio constante por parte de los grandes proveedores que ante cada corrida en el tipo de cambio remarcan sus mercaderías. Los empresarios describieron las alteraciones en los precios que se concretan de forma apresurada y afectan propias planificaciones y presupuestos, debiendo absorber en gran medida los costos.

Otro de los temas que mencionó el titular de CGERA, Marcelo Fernández, antes de ingresar a la reunión formal fue la preocupación del sector PyME por la falta de acceso a los dólares con los que costear las importaciones de bienes intermedios y materia prima para producir. En este sentido, planteó la posibilidad de que se le permita a las empresas el uso de dólares propios para importar. No obstante, el tema no habría sido trasladado luego a la mesa a puertas cerradas, acorde a las fuentes consultadas por El Cronista.

Marcelo Fernández, titular de CGERA, planteó la posibilidad de que se le permita a las empresas el uso de dólares propios para importar. Es uno de los temas acuciantes, junto a los efectos de la inflación

También se mencionó la posibilidad de operar mediante comercializadoras a través de Brasil para acceder con productos argentinos a todas partes del mundo. Y la necesidad de generar cursos de formación y capacitación para los trabajadores y trabajadoras ya que, acorde a los empresarios, tienen dificultades en conseguir mano de obra capacitada en oficios.

En este último punto, los anfitriones coincidieron con Rossi en cuanto a que el país hoy no enfrenta un problema de desempleo, como en otras crisis, sino de formación de esos recursos. De hecho, el jefe de Gabinete destacó que por primera vez el empleo no se concentra mayormente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sino en diversos puntos de las provincias.

El desafío, coincidieron ambas partes, es trasladar esa generación a la Provincia de Buenos Aires y el conurbano en particular. "Ya hemos construido, como se dice, de abajo para arriba, es decir, del interior profundo se está generando mucho empleo y ahora tenemos que trasladarlo aquí a la provincia de Buenos Aires", indicó Fernández.

Muchas de las firmas presentes en la reunión mantienen convenios con los ministerios de Desarrollo Social y Trabajo para incorporar a beneficiarios y beneficiarias de programas sociales a su personal. De hecho, una empresa afianzada en el parque industrial de Puerto Madryn que participaba de la reunión comentó que no solo llevan adelante esas capacitaciones sino que la mayoría de esas personas finalmente se quedan trabajando.

Hacia delante, Rossi contó que debe dedicarse ahora a la conformación de listas para lo cual se encuentra recogiendo avales por todo el país. La próxima semana ya tienen en agenda una reunión de la mesa nacional de La Corriente, con representación en todas las provincias, para hacer una valoración de ese proceso y debatir las posibles alianzas que se pueden tejer.