

A falta de Cristina Fernández de Kirchner, de reposo post-operatorio en la Quinta de Olivios, el Día de la Lealtad no fue suficiente por sí mismo para reunir al PJ K con el cristinismo. Temiendo una batalla de marquesina entre los oradores, con sus posibles interpretaciones entrelíneas ante la ausencia presidencial y la presencia en su reemplazo de Amado Boudou en la recta final de las legislativas, la Casa Rosada se quedó sin acto central para conmemorar el aniversario de la fundación del movimiento justicialista. Sus diversas ramas tendrán su propio eventos, cada uno con un simbolismo pejotista: los intendentes bonaerenses visitarán los restos de Juan Domingo Perón en la Quinta de San Vicente; los gobernadores (incluyendo al bonaerense que repetirá presencia en otro escenario) viajan a Santa Fe a un cónclave de Gestar, un peronismo de corte sciolista reabrirá una fábrica en Avellaneda; y los movimientos sociales marchan a la Plaza de Mayo. Igual, en todo el país habrá celebraciones.
Todos los cónclaves oficialistas, en mayor o menor medida, colarán la misma consigna que resignifica el nombre del 17 de octubre: Lealtad a Cristina. Desconectada mientras se recupera de la extracción del hematoma craneal, la Jefa de Estado no disfrutará en vivo y en directo de las demostraciones. Pero tampoco sufre los disgustos. Me imagino que Cristina Kirchner no sabe, contó el principal candidato a diputado K, Martín Insaurralde, negando que el video de Juan Cabandié discutiendo con una ex agente de tránsito haya sido visto por los ojos presidenciales.
Daniel Scioli visitó ayer el despacho del jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, para ajustar los detalles de los festejos peronistas. También participó el habitual event planner de la Rosada, el secretario General de la Presidencial, Oscar Parrilli. De Balcarce 50, el gobernador bonarense se fue con la reapertura de la planta de Durax y un acto en el Teatro Roma de Avellaneda. Pensado originalmente para que la Presidenta tome el micrófono, desestimando que los focos se posen sobre Boudou (la agenda del Vice está vacía hasta mañana al mediodía que va a Luján), el evento quedó reducido a un staff 99.9% sciolista. Sin el gabinete nacional, apenas Insaurralde, el titular de la CGT oficial, Antonio Caló y el presidente de Diputados, Julián Domínguez, compartirán escenario con el ex motonauta.
A pesar de apadrinar la campaña en su distrito, con sus admisiones presidenciales sumados a sus intentos de reactivar el PJ, el kirchnerismo no olvida sus recelos. Sin ser el orador central de la jornada, Scioli será el más activo, como le corresponde al titular interino del partido, sillón que ocupa, herencia de Néstor Kirchner, al menos hasta las internas del 15 de diciembre, si es que no se vuelven a posponer. A la tarde, el mandatario traspasará las fronteras de su provincia para aterrizar en Santa Fe. La cita del Instituto Gestar cuenta con las presencias confirmadas de sus pares Sergio Urribarri (Entre Ríos), Juan Manuel Urtubey (Salta) y Martín Buzzi (Chubut). Además de referencias a la salud presidencial, se prevén mensajes de apoyo al mandatario sanjuanino José Luis Gioja tras su accidente en helicóptero.
A la misma hora, el colectivo Unidos y Organizados (que nuclea a La Cámpora, Kolina y el Evita), convocado por redes so ciales y afiches callejeros, se reunirá en Plaza de Mayo, como hace 68 años atrás hicieron los descamisados. No habrá escenario ni discursos. Sólo banderas: de apoyo a Cristina.


