Abrir el Congreso en año electoral suele ser una odisea y el 2023 no será la excepción. Es más, con el desdoblamiento de los comicios en buena parte de las provincias, arrear a los legisladores a la CABA para sesionar, o que participen de las reuniones de comisión, le significará un dolor de cabeza a las autoridades de los bloques. En este contexto, el Gobierno ultima los detalles del decreto para convocar a sesiones extraordinarias.

En Casa Rosada la expectativa es que el Poder Legislativo se ponga a trabajar a partir de la última quincena de enero. Pero la tradición, allí, suele ser otra: durante el primer mes del año apenas hay guardias mínimas.

Para el oficialismo el panorama viene complicado en el ámbito legislativo. En ninguna de las dos cámaras tiene quórum propio, y los vínculos con algunos de los bloques "del medio" están resquebrajados. Un ausente puede hacer caer cualquier sesión.

La situación se hizo palpable en los últimos días. Un senador viajó a Qatar a ver el Mundial y complicó la puesta en marcha de la Cámara alta. Por las dudas, el Frente de Todos no convocó a ninguna sesión. El debate celebrado hacia finales de octubre se convirtió en el último del año. En Diputados, la debilidad del oficialismo no pasó inadvertida. Fracasaron las últimas tres convocatorias.

Los incentivos para sentar a Juntos por el Cambio en el Congreso son escasos. ¿Para qué evidenciar las diferencias internas ante temas sensibles como la educación pública, el sistema previsional o la ley de alcohol cero al volante? Mejor esperar a que el oficialismo se las ingenie para conseguir el quórum. Y, si no lo logra, que no haya sesión.

"Este es el bumerang del 'Chivo' Rossi", dijo una fuente parlamentaria de Juntos por el Cambio de Diputados a El Cronista. Fue al reafirmar que la bancada opositora mantendrá firme su actual postura: "El quórum es responsable de quien convoca". La frase fue en alusión a Agustín Rossi, presidente del Frente para la Victoria, el brazo del kirchnerismo, bloque que jamás le facilitó una sesión a Cambiemos durante sus cuatro años de gobierno.

En Diputados, donde el escenario es mucho más adverso que en el Senado (está a 11 diputados del quórum mientras que en el Senado, con aliados, lo consigue), la presidenta del cuerpo, Cecilia Moreau, deberá tender puentes con el interbloque mayoritario si quiere retomar el funcionamiento de la Cámara.

Es que el Interbloque Federal, que cuenta con ocho diputados, también puso condiciones para sentarse en el recinto. No habilitará la puesta en marcha de ningún debate hasta que se recupere la "convivencia institucional". En otras palabras, hasta que Juntos por el Cambio y el Frente de Todos no hagan las paces. No quieren volver a quedar en el medio de un escándalo, como los que se vieron en los últimos debates fallidos.

Cecilia Moreau deberá tender puentes con Juntos por el Cambio para reabrir la Cámara.
Cecilia Moreau deberá tender puentes con Juntos por el Cambio para reabrir la Cámara.

En este contexto, el Gobierno ultima los detalles del decreto para convocar a extraordinarias. El temario incluiría la ley que busca fomentar las inversiones en el sector agroindustrial junto con un blanqueo de capitales que prepara el ministro de Economía, Sergio Massa.

El decreto también contemplaría una iniciativa para compensar los fondos que Nación deberá destinarle a la CABA tras el fallo de la Corte Suprema, junto con una normativa que apunte a atraer inversiones para la explotación del GNL.

Además, Presidencia habilitaría el debate delplan de pago de deuda previsional que ya cuenta con la aprobación del Senado. Sin su sanción, tal como afirmó Moreau en sus redes sociales, en las últimas horas, "casi 800 mil personas verán reducidas al mínimo sus jubilaciones desde el 1 de enero".

Los tiempos apremian. El Frente de Todos deberá sortear estos obstáculos en los primeros meses del año para avanzar con estas leyes, muchas de ellas imprescindibles para revertir la escasez de divisas que acucia al Banco Central.

Seguramente, en la reunión que mantuvieron los popes del Frente de Todos de Diputados Moreau, Germán Martínez y Paula Penacca este miércoles al mediodía con la titular del Senado, Cristina Kirchner, en su departamento, ubicado en la zona de Congreso, revisaron la estrategia para reactivar el Poder Legislativo lo antes posible y avanzar así con los proyectos que haga falta.

Es que,una vez que se ponga en marcha el calendario electoral, abrir el Congreso será una misión casi imposible.