Solo en abril

Repro II: rechazaron casi al 40% de las empresas que pidieron ayuda para pagar salarios

En abril, cerca de 21.000 firmas empleadores solicitaron a la AFIP ser incluidas para el pago de una suma destinada a cubrir los haberes de sus empleados, pero solo 13.000 obtuvieron la respuesta esperada. Ahora relajarán las condiciones exigibles.

La ayuda es poca, y llega a cuentagotas. Así lo manifiestan los empresarios que en los últimos meses demandaron ayuda al Estado para hacer frente al pago de salarios, tras comprobar una caída sensible de su facturación por la desaceleración de la demanda y las mismas restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.

El Programa de Recuperación Productiva (Repro II), que depende del ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, y vino en reemplazo del más ambicioso Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), no hace más que recibir quejas de los solicitantes, que denuncian trabas para acceder a la ayuda estatal, que se comprueban en los datos oficiales.

Habilitado en noviembre pasado, en parte a cargo de la AFIP en lo concerniente al análisis de datos y la operatoria, y de la cartera de Trabajo en la definición política, el Repro II rechazó en las últimas rondas a casi el 40% de las empresas solicitantes y dejó sin auxilio a más de 200.000 trabajadores.  

Los datos correspondientes a las rondas de marzo y abril, que se abonaron en abril y mayo, respectivamente, dan cuenta de esta situación. Según el análisis oficial al que accedió El Cronista, unas 21.000 empresas pidieron ayuda para abonar los salarios de abril, pero solo 13.000 -aproximadamente- obtuvieron respuesta favorable. Las firmas solicitantes reportaron entonces a unos 650.000 trabajadores en plantilla, pero los beneficios concedidos solo alcanzaron a 438.000.

De la misma manera, en marzo, la asistencia fue solicitada por 14.000 empleadores, de los cuales pasaron el filtro de requisitos 8700 -sin contar, claro está, aquellos que desistieron en el camino de completar los requisitos de AFIP. Dichas firmas empleaban a 564.000 trabajadores, pero solo recibieron asistencia 329.000. 

La ayuda oficial a empresas en crisis cubrió menos de una quinta parte del salario

esquema En revisión

En sus inicios, el Repro II fue dirigido a empresas exclusivamente de sectores críticos -gastronomía, hotelería, turismo y esparcimiento. No obstante, con el pasar de los meses se amplió el universo de potenciales receptores, pero se elevaron los requisitos. Bajo esas condiciones, los solicitantes debían demostrar hasta ahora una variación negativa de la facturación y de la relación entre el costo laboral y la facturación, y a su vez presentar performances negativas en otros dos indicadores de siete, a juicio de una junta calificadora.

Días atrás, al anunciar Alberto Fernández mayores restricciones de circulación, el Gobierno avisó que bajaría el umbral de aceptación. Al respecto, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, reforzó esta idea y sostuvo que "los últimos números de inscripción hablan de 50.000 empresas con 980.000 trabajadores, y 144.000 independientes", a la vez que prometió el pago directo en la cuenta de cada empleado "entre el 9 y el 10 de junio".

Moroni también rechazó las críticas a las dificultades de acceso, pese a los números. "Es raro que digan que no pueden acceder, porque llevamos asistidos a más de 400.000 trabajadores. Los requisitos de acceso son muy simples y consisten en poner una mínima información de las disponibilidades financieras, y una pérdida real de facturación de 20 puntos respecto del mismo mes de 2019. En verdad, deben comprar tres semanas de este mes contra cuatro de 2019; hemos flexibilizado mucho los requisitos", respondió a periodistas presentes en la Casa Rosada. 

Moroni también descartó la posibilidad de un nuevo Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), como el pagado en 2020, y pese a la insistencia pública del ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo. En cambio, para apuntar a la población más afectada de ese segmento poblacional, que el Gobierno identifica como los jóvenes de 18 a 24 años, se trabaja en una suerte de Programa "ATP Jóven", con incentivos para la contratación de ellos en el sector privado a cambio de rebajas impositivas y subsidios al empleador.

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