El Gobierno quiere cerrar un acuerdo con petroleras y provincias por el "barril criollo" y tiene Plan B

Desde Desarrollo Productivo buscan el OK de YPF para fijar un precio sostén de u$s 45 por barril, un punto medio entre lo que pedían las provincias para no perder regalías y lo que quieren las refinadoras para no ceder márgenes.

El Ministerio de Desarrollo Productivo trabaja contrarreloj para alcanzar un acuerdo junto con las provincias y las empresas productoras y refinadoras de petróleo, con un precio sostén que rondaría los u$s 45 por barril.

La tarea que tendrán el ministro Matías Kulfas y su subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales, es acercar las posiciones de las provincias que forman la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi), que buscaban un "barril criollo" a u$s 54, con los intereses de las refinadoras, que buscan pagar unos u$s 37.

Sin el acuerdo de todos, el precio sostén saldría por resolución de Desarrollo Productivo o por decreto presidencial.

Pero el Gobierno también maneja otra idea como Plan B para negociar: ir hacia la paridad de importación (import parity) y compensar por otra vía a las provincias.

El Gobierno debe mediar entre provincias, que piden u$s 54 por barril y bajaron su pretensión a u$s 50, con refinadoras, que con YPF a a la cabeza quieren pagar u$s 37. 

Según fuentes de la Ofephi consultadas por El Cronista, las provincias, con Neuquén, Chubut y Santa Cruz a la cabeza, aflojaron sus pretensiones y ahora buscan cerrar en u$s 50, un precio todavía alto para los valores que se negocian en el mundo.

El portal EconoJournal informó que incluso hasta podrían aceptar u$s 46 por barril con tal de cerrar ahora un acuerdo y que no se desplome la recaudación por regalías de marzo.

El precio todavía está muy lejos de los u$s 37 que quieren pagar las refinadoras, con YPF como líder del mercado, ya que ese sería el punto en donde pueden operar con márgenes razonables, dicen.

Las productoras no integradas, como Vista Oil & Gas, Pluspetrol y Tecpetrol -entre los principales-, aceptarán un barril a u$s 45 o u$s 46 y tendrán la misión de sostener el empleo, aún cuando la actividad haya caído a pique por la baja demanda.

Si hay acuerdo, sería en torno a u$s 45. Si no, habrá resolución o decreto. El Plan B que considera Nación para forzar las negociaciones es ir hacia la paridad de importación y compensar por otra vía la baja de regalías

Fuentes de la industria consultadas se mostraron esperanzadas de que el "barril criollo" pueda salir por consenso de todo el sector, pero solo falta el OK del principal jugador, que es la petrolera estatal.

Los principales directivos de YPF (el presidente, Guillermo Nielsen, y el CEO, Daniel González) se oponen a pagar más de u$s 40, mientras el resto de las empresas están más o menos alineadas con los gobernadores, que son sus principales representantes.

De acuerdo con lo que reconstruyó este medio, Kulfas no quiso llegar a negociar un precio sostén, que en otras palabras es lo mismo que una transferencia directa de recursos desde los consumidores a las petroleras.

Por eso, apenas se desplomó el precio del petróleo crudo en el mundo impuso Licencias No Automáticas (LNA) a las importaciones de este producto, para que las refinadoras no pudieran hacer una diferencia comprando en el exterior y ahogando a las empresas que extraen sobre todo en la Patagonia.

Pero antes de que el presidente Alberto Fernández decretara el domingo 29 de marzo la extensión del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) hasta al menos el lunes 13 de abril, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, le solicitó por videoconferencia que se negociara este acuerdo petrolero, ante el derrumbe que se espera en la recaudación de las provincias y más aún en aquellas que dependen de las regalías de esta actividad, que son del 12% en algunas cuencas y pueden llegar hasta el 15%.

El precio sostén se podría volver a discutir dentro de dos meses de acuerdo a cómo varíen los precios internacionales, la demanda y también el tipo de cambio.

"Hoy estamos en el medio de la pandemia de coronavirus y es muy difícil proyectar con los parámetros actuales, pero esto se va a normalizar tarde o temprano y hay que pensar en el día después", admitió una fuente cercana a las negociaciones, que pidió reserva de nombre.

La misma fuente dijo que habrá una "sintonía fina" para pre-determinar inversiones, puestos de trabajo y máquinas operativas en los campos de Vaca Muerta y los convencionales.

Y agregó que la idea oficial es mantener congelados los precios de los combustibles líquidos (naftas y gasoil) para el público minorista, que lo consigue en estaciones de servicio.

Para más adelante quedará la discusión por la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), que en abril aumentó $ 3,09 por litro en las naftas y $ 1,99 en gasoil y complicó financieramente a YPF, porque no pudo trasladar y debió absorber este incremento.

De otra manera, las naftas hubieran subido casi un 6% y el gasoil un 4%, lo que hubiera sido cuanto menos polémico por la caída del crudo a nivel mundial.

Una fuente oficial, también bajo la condición de off the record, admitió que "las refinadoras no están muy contentas con la actualización de ese impuesto".

En relación a las retenciones, la idea del Gobierno es que sean móviles y bajarlas a 0% mientras se mantengan estos valores internacionales.

Si el petróleo sube a u$s 55 o u$s 60 (el promedio al que se negociaba antes de la pandemia), las retenciones quedarían instauradas en un 8%, mientras que si trepa a u$s 70 por barril, las retenciones irían a un 15%, contaron en la industria.

"Estamos vendiendo sin precio y hay poca demanda. El promedio de marzo fue de u$s 25 por barril netos de retenciones y descuentos", detallaron.

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