El Gobierno hace campaña para sacar de la OEA a Almagro, que cuenta con apoyo de EE.UU.

Felipe Solá recibió a los competidores del actual secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro. La Argentina quiere otra figura menos agresiva hacia la Venezuela de Maduro.

El primer viaje al exterior del flamante canciller Felipe Solá con motivo de la conferencia anual de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada en México, expuso en escena la visión que el gobierno del presidente Alberto Fernández pretende impulsar en la región, a través de diversas reuniones oficiales y extraoficiales que la delegación argentina llevó adelante en las últimas horas para torpedear la reelección del uruguayo Luis Almagro en la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA). 

Almagro, que supo ser ministro de Exteriores de José "Pepe" Mujica, es resistido puertas adentro del Gobierno argentino, no solo por alinearse a los designios de los Estados Unidos desde el inicio de su mandato, en 2015, sino también por hacer campaña por la destitución de Nicolás Maduro en Venezuela, reconocer a Juan Guaidó como única autoridad legítima, y más recientemente avalar el golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia afirmando que hubo fraude en los comicios del pasado 20 de octubre.

A sabiendas que rechaza al candidato con más chances de continuar al mando del principal foro regional para el diálogo, el análisis de políticas y la toma de decisiones en asuntos continentales, Alberto Fernández alineó al país entre aquellos que quieren a Almagro fuera de Washington, donde la OEA tiene su sede permanente.

Con ese objetivo, esta semana, antes de embarcar a tierra azteca, Solá recibió en la sede de la Cancillería al peruano Hugo De Zela, el candidato impulsado por el gobierno andino, a quien volvió a ver este miércoles en compañía del ministro de Relaciones Exteriores, Gustavo Meza Cuadra. Ambos encuentros fueron protocolares, fieles al libreto diplomático.

Ya instalado en México, el nuevo jefe de la diplomacia argentina también recibió a la excanciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa, en un clima más descontracturado y que se prestó a una foto del ministro abrazado a la candidata. La exministra de Rafael Correa y Lenín Moreno, también presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuenta con más chances de apoyo argentino que el peruano De Zela, aunque es desconocida tanto por el "correísmo" como por la actual presidencia de su nación.

#CELAC2020 | El canciller @felipe_sola se reunió con María Fernanda Espinosa, candidata a la Secretaría General de la OEA. Sostuvieron la necesidad de fortalecer el multilateralismo latinoamericano hacia una verdadera representación de todos los países de América. pic.twitter.com/m4ytisoHhN

— Cancillería Argentina (@CancilleriaARG) January 8, 2020

 

EE.UU y Argentina, en veredas opuestas

Además de encuentros con sus pares de Panamá, Cuba, Ecuador, Perú y Surinam, Solá cierra su agenda de encuentros con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su canciller, Marcelo Ebrard. Ambos países están decididos a impulsar una candidatura alternativa a Almagro, pese a que cuenta con el cerrado apoyo de los Estados Unidos.

Esta semana, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, resaltó "el trabajo de la OEA moviendo a la región en la dirección correcta" y siendo "una confiable herramiento de multilateralismo", a la vez que interpretó que Almagro "es el líder que necesitamos para que la OEA continúe haciendo frente a los principales desafíos de la región".

A diferencia de Almagro, tanto Espinosa como De Zela proponen una agenda menos concentrada en la crisis política, social y humanitaria en Venezuela, lo cual supone adoptar una postura menos combativa hacia Nicolás Maduro. Eso entra en colisión con los intereses de Washington, y por lo tanto la postura argentina podría afectar indirectamente el vínculo bilateral con la Casa Blanca, con lo cual la promoción de otra candidatura obliga al Gobierno a caminar en la cuerda floja.

La semana pasada, voceros del Departamento de Estado fueron taxativos en declarar que ninguna asistencia en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para rever el calendario de pagos de la deuda externa sería posible sin un cambio de postura sobre la crisis en la nación petrolera, y el status de refugiado otorgado al expresidente boliviano Evo Morales.

Pocas horas después, como consecuencia de las trabas que el régimen bolivariano puso a Guaidó para entrar al parlamento y reelegirse como máxima autoridad de ese poder, la Argentina emitió un comunicado con críticas en duros términos a la maniobra de desplazamiento de quien se ha autoproclamado "presidente encargado", que agradó a la Casa Blanca. Sin embargo, poco después la Cancillería le retiró el reconocimiento como embajadora a la representante especial de Guaidó en el país.

De los tres candidatos en carrera por la secretaría general, solo uno cuenta con el apoyo institucional de su país: es el caso del peruano Hugo de Zela. Tanto el Uruguay como el Ecuador manifestaron que las candidaturas de Almagro y Espinosa son a título personal. La ecuatoriana, en tanto, fue promovida por un grupo de países de la Comunidad del Caribe (Caricom). La elección será el 20 de marzo.

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