El Gobierno espera pasar página y evitar represalias del nuevo presidente del BID

El principal banco de inversión en América latina eligió este fin de semana a un hombre de Trump para conducirlo por cinco años. La Argentina intentó boicotear su nominación, pero descarta que las hostilidades en la campaña afecten el acceso a financiamiento.

Finalmente, el Gobierno fracasó en su intento de posponer la elección del nuevo titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) hasta después de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, y de este modo Mauricio Claver-Carone, hasta ahora asesor de Donald Trump para asuntos de América latina y el Caribe, fue nominado con el respaldo de 30 países, tenedores del 66,8% del paquete accionario de la entidad, para suplantar al colombiano Luis Alberto Moreno y ocupar la silla de presidente hasta 2025.

Alberto Fernández se ve obligado ahora a desplegar una política de contención de daños, tras fracasar en el intento de ubicar a su secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, en ese puesto. Béliz y su equipo, con el apoyo de la red diplomática de la Cancillería, fueron los encargados de formar una masa crítica de países miembros del BID que postulaban la necesidad de postergar la asamblea de gobernadores del BID hasta tanto se conociera si Trump logrará quedarse cuatro años más en la Casa Blanca.

Junto con México, Chile, Perú, Trinidad y Tobago y los miembros de la Unión Europea involucrados en el principal organismo regional de crédito, la Argentina se opuso enérgicamente a que un estadounidense se hiciese con el mando del BID, en cuya presidencia se han sucedido  cuatro latinoamericanos desde su puesta en marcha, en 1960.

Fernández y Béliz estaban convencidos de que esta vez era el turno de un argentino, tras contar con presidentes de Chile (Felipe Herrera), México (Antonio Ortiz Mena), Uruguay (Enrique Iglesias) y Colombia (Luis Alberto Moreno). Pero la división que rige entre los mismos países de la región hizo que Trump les arrebatara un organismo clave y quebrara un esquema de estabilidad en la gobernanza mundial que se había cimentado en la posguerra.

Claver
Fernández y Claver-Carone se encontraron en México en noviembre de 2019.
Argentina "es respetuosa de la institucionalidad"

Con los hechos consumados, el Gobierno dejó rápidamente en el pasado lo ocurrido para con Claver-Carone, que incluso llegó a decir que la Argentina pretendía "secuestrar" los comicios.

Como prenda de paz, el exbanquero Guillermo Francos, director del BID en representación de la Argentina, fue el encargado de llevar el saludo del Gobierno ni bien terminó la asamblea virtual que designó al nuevo titular del organismo.

Francos dijo a El Cronista que el nuevo presidente recibió favorablemente su saludo y descartó de plano que pudiera haber consecuencias negativas por lo ocurrido. 

"Hemos tenido una confrontación electoral, pero eso no afectará la relación con el representante de los Estados Unidos en el BID ni con el nuevo presidente, ya que hay total predisposición para trabajar juntos", señaló Francos a este diario.

El exdirector del Wilo Bank también sopesó que "el nuevo presidente tendrá en cuenta que en este como cualquier otro organismo multilateral hay que manejarse con acuerdos y apoyos", a la vez que resaltó que "la Argentina es prácticamente el segundo accionista del grupo", teniendo en cuenta los organismos asociados.

Halcón de la Casa Blanca

Claver-Carone, nacido en Miami de padre español y madre cubana, ha sido un promotor de las organizaciones disidentes cubanas que buscan un cambio de régimen en la mayor de las Antillas, gobernada por Miguel Díaz-Canel, y más recientemente ha sido partidario de una política de confrontación extrema con el régimen castrista y la Venezuela de Nicolás Maduro

Lejos de los micrófonos, los hombres de referencia en política exterior cercanos al presidente creen que Claver-Carone condicionará el acceso al crédito indispensable para remontar las economías de una región sacudida por el coronavirus a un alineamiento explícito con los dictámenes de la Casa Blanca. El organismo en cuestión maneja una cartera de u$s 13.000 millones.

Sin embargo, el flamante titular del organismo ha insistido en que demorar la elección "es demorar la recuperación de la región" de esta crisis sanitaria y ha descartado cualquier tipo de condicionamiento. 

Este año, la Argentina ha accedido a u$s 1600 millones en préstamos del BID, entre nuevos créditos y créditos reestructurados para afrontar las necesidades que impuso la pandemia de coronavirus.

Temas relacionados

Las más leídas de Economía y Política

Destacadas de hoy

Noticias de tu interés

Compartí tus comentarios

¿Querés dejar tu opinión? Registrate para comentar este artículo.