La Cámara de Diputados convalidó al filo el veto del presidente Javier Mileipara el proyecto que aumentaba las jubilaciones y pensiones por 160 votos afirmativos, 83 negativos y seis abstenciones claves. La oposición quedó a esos seis últimos votos de conseguir los dos tercios.

Se trató de María Eugenia Vidal (PRO), los cuatro misioneros de Innovación Federal que responden a Carlos Rovira, la entrerriana Marcela Antola (Democracia Para Siempre), por pedido de Rogelio Frigerio, el mandatario que cerró alianza con LLA en su provincia. Él también prestó otro diputado para los botones rojos, con Francisco Morchio de Encuentro Federal, y Atilio Benedetti, de la UCR.

Otro gobernador que colaboró, y también acordó con Karina Milei, es Alfredo Cornejo, uno de los pocos leales durante todas las votaciones de la jornada. Los mendocinos radicales Lisandro Nieri y Pamela Varasay aportaron sus votos negativos, junto con otros gestos de Carla Carrizo y el chaqueño Carlos Cipolini, del gobernador Leandro Zdero, también del bloque radical.

También hubo un gesto de Claudio Vidal, a través del santacruceño José Garrido, y del fueguino Ricardo Garramuño. Otro voto opositor entre los que colaboró con el oficialismo fue el de Ricardo López Murphy, que antes había votado a favor de habilitar el tratamiento del veto y ahora se sumó a los aliados del PRO y Liga del Interior (los radicales "peluca") a favor del veto.

Dentro del bloque amarillo hubo una fuerte presión de Mauricio Macri, según deslizan en los pasillos del Congreso -"en esto tenemos que ir a fondo"- ya que Vidal y díscolos formaban parte del conteo de la oposición. De todos modos, sí hubo rebeldes: el larretista Álvaro González y la chubutense de Ignacio Torres, Ana Clara Romero, que votó todo con la oposición hasta ahora.

Hubo traiciones de exaliados que sí se mantuvieron, pero no alcanzaron: las sanjuaninas de Producción y Trabajo (Marcelo Orrego), los tucumanos del bloque Independencia (Osvaldo Jaldo), los dos del MID, Oscar Zago y Eduardo Falcone, y el nuevo bloque que se desprendió de La Libertad Avanza llamado "Coherencia", que recluta a los exlibertarios Carlos D´Alessandro, Marcela Pagano, Lourdes Arrieta y Gerardo González.

La iniciativa le otorgaba un incremento excepcional del 7,2% correspondiente al empalme de enero del 2024 y aumentaba el bono de $70.000 a $110.000, con una actualización mensual por IPC con fuerza de ley. Además, se contemplaba un artículo para que la Anses le transfiera antes del 20 de cada mes a las provincias que adeudan con Nación sus regímenes previsionales en concepto de anticipo, un punto de especial interés de los gobernadores.

El diputado de la UCR, Rodrigo De Loredo, quien quedó afuera del armado en Córdoba con LLA porque le ofrecieron el tercer lugar y prefirió correrse, había propuesto en la sesión separar el tema de las Cajas Previsionales para intentar ir hacia una promulgación parcial del aumento.

Según los números trabajados por el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, el agujero fiscal implicaba 0,42 puntos del PBI sobre el incremento del 7,2% en movilidad; 0,35 puntos del aumento del bono a 110.000; y 0,50% en lo que refiere a los movimientos de flujo en las Cajas Previsionales de las provincias. En total, implicaba un 1,65% del PBI.

La UCR contaba con el apoyo de la Coalición Cívica y el diputado Juan Manuel López apoyó esa iniciativa, pero desde Encuentro Federal, la Izquierda y UP fueron al cruce porque iba a abrir la ley y empantanar la votación. "Fue un arreglo con (Martín) Menem, por algo tuvo el fallido y se confundió a Álvaro González con Juan Manuel López. Nosotros no teníamos los números para cada uno de los artículos", criticó una fuente de EF.

De Loredo insiste que, de haberse llevado adelante esa moción, al menos el aumento se habría aprobado. "Por eso propuse que el proyecto se pueda votar por partes. De haberse aceptado mi moción, ahora los jubilados tendrían por lo menos el aumento del 7,2%", publicó en X.

El Gobierno además hizo hincapié en que las fuentes de financiamiento expuestas en el proyecto no alcanzaban para cubrir ni un cuarto de ese costo.

La Cámara baja sí insistió sobre el proyecto que declara la emergencia en discapacidad, que podría ser convalidada también por el Senado en las próximas dos semanas. El primer mandatario piensa judicializarlo, pero no podrá apelar nuevamente ante el Legislativo. Sobre jubilaciones, en cambio, el Senado puede insistir o no pero con la pronunciación de la Cámara baja a favor del veto es suficiente para blindarlo.

Aún aguarda la votación del veto a la restitución de la moratoria, la emergencia en Bahía Blanca y los proyectos de los gobernadores para redistribuir los aportes del Tesoro Nacional (ATN) y el Impuesto a los Combustibles. También se contempla una modificación del Huso Horario, a pedido de Julio Cobos (UCR), la reactivación de la comisión LIBRA y un proyecto para elevar los montos de evasión fiscal.