Para el broche final de su gira europea, Alberto Fernández se entrevistó con el enviado especial para el Cambio Climático del gobierno de los Estados Unidos, John Kerry, con quien discutió sobre la necesidad argentina de encontrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Kerry recibió en el primer piso del hotel Regina Baglioni a Fernández, que llegó cinco minutos tarde a la cita pautada para las 19. Según supo El Cronista, apostado en el lugar, el exsecretario de Estado de Barack Obama oyó de primera mano el pedido que promueve la Argentina para acceder a un programa de facilidades extendidas con el FMI que no implique un ajuste, y el compromiso para promover una agenda a favor del cuidado del medioambiente.

A la salida de la reunión, que se prolongó aproximadamente una hora, Kerry dialogó con El Cronista sobre los temas discutidos. Reveló que Fernández le llevó su punto de vista sobre la crisis política, social y humanitaria en Venezuela, y le dio detalles de la conversación tenida más temprano con Kristalina Georgieva, directora del FMI.

"El FMI no es estrictamente mi área de trabajo, pero (Alberto Fernández) mencionó que tuvo un muy buen encuentro con Kristalina Georgieva; que fue muy positivo, y yo pienso que eso es muy constructivo", dijo a este diario el funcionario norteamericano.

"Hablamos obviamente de cambio climático, y los desafíos que tenemos que enfrentar. El presidente Fernández está muy interesado en empujar a otros países de la región hacia la discusión ambiental", agregó Kerry.

En la charla con El Cronista, Kerry prefirió no opinar sobre un eventual encuentro cara a cara de Fernández y el presidente estadounidense, Joe Biden. Pero dejó una definición del rol que el demócrata espera jugar: "El presidente Biden está mucho más enfocado en tratar de ser útil en una variedad de temas".

Fernández estuvo un momento a solas con Kerry, y luego fue acompañado por el ministro Martín Guzmán y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz. Ambos ya habían hecho contacto con Kerry por la tarde en un seminario auspiciado por la Santa Sede, el el Vaticano, para discutir una nueva arquitectura financiera internacional.