Mucho, poquito o nada. ¿Cuánto quedará en pie de lo hecho por los gobiernos kirchneristas de acceder la oposición al Gobierno? Por vías sinuosas, el debate quedó instalado, aunque quizá no iniciado, por el oficialista Alex Freyre, presidente del Archivo de la Memoria por la Diversidad Sexual, cuando le vaticinó al bailarín y coreógrafo Aníbal Pachano que “moriría” de acceder Sergio Massa a la presidencia ante la imposibiliad de conseguir gratis los medicamentos para tratar su condición de portador de VIH, un situación que el propio Freyre también padece. Antes, Pachano había admitido su preferencia por el Frente Renovador que lidera el ex intendente de Tigre.

Mientras el funcionario K todavía recorre los sets televisivos tratando de explicar que dijo lo que dijo porque no dijo lo que no dijo, se disparó un debate entre aspirantes a suceder a Cristina acerca de qué medidas mantendrían o eliminarían de entre las más polémicas, significativas o emblemáticas adoptadas desde mayo de 2003 a la fecha.

En realidad, Freyre espectacularizó una discusión que, en rigor de verdad, planteó el radical Ernesto Sanz, cuando dijo que, en caso de llegar al gobierno en 2015, el primer día de su gestión va a “derogar muchas de esas cosas”, en referencia a las últimas leyes que regulan la producción, el consumo y las relaciones entre los argentinos a través del Código Civil.

La respuesta no se hizo esperar y un coro de oficialistas salió a retrucarle. Luego vinieron aclaraciones, confirmaciones y nuevas refutaciones entre referentes legislativos del oficialismo y la oposición. Freyre no sólo subió de tono la discusión, hasta lo bizarro, sino que también la hizo trascender el plano legislativo al que la había acotado el pre candidato del UNEN y la llevó a decisiones concretas de gestión. El brulote contra Pachano apuntaba a demostrar que si ganaba Massa dejaría de haber provisión de medicamentos gratuitos para pacientes con Sida.

En este contexto, el gobernador Daniel Scioli retomó hoy la discusión abierta por Sanz y desafió a la oposición a responder: “¿Van a sacar la Asignación Universal por Hijo o van a devolver YPF a Repsol?”.

En declaraciones a radio La Red, consultado sobre los otros postulantes presidenciales de la oposición como Mauricio Macri (PRO) y Sergio Massa (Frente Renovador), Scioli salió a cuestionarlos por adelantar que darían marcha atrás en distintas leyes impulsadas por el kirchnerismo. ‘No puede ser que cada uno que tome la posta sea siempre ’un volver a empezar’‘, deploró Scioli

Y agregó: ‘Yo no creo como están planteando algunos que acá hay que derogar todas las leyes: ¿Qué vamos a sacar, la Asignación Universal por Hijo?, ¿Devolver YPF a Repsol? ¿De qué están hablando?‘

Macri recogió el guante y sorprendió con una respuesta taxativa. Aseguró que, si gana las elecciones en 2015, mantendrá la estatización de YPF, el sistema de reparto previsional y la Asignación Universal por Hijo (AUH), a la vez que echará “a los fondos buitre” tras “cumplir” con los compromisos del país.

Además, prometió que “la gente va a estar mejor cuidada”, con los “medicamentos” que hagan “falta”, en alusión a los vaticinios de Freyre.

El jefe del bloque de diputados del PRO, Federico Pinedo, demostró que las declaraciones de su jefe no eran irreflexivas. Aseguró, aunque más en forma genérica, que si el titular del Ejecutivo porteño llega a ser el próximo presidente se mantendrán “las cosas buenas que ha hecho" el actual gobierno y se modificará lo que ha provocado "daño a los argentinos”.

“La Asignación Universal por hijo, una propuesta de la oposición que la Presidente impulsó, hay que mantenerla y mejorarla. Tenemos que lograr una actualización automática del monto y evitar así que se la coma la inflación‘, destacó el diputado macrista

Añadió: “Lo mismo que la política de desarrollo en ciencia y tecnología. Son cosas valiosas que se han hecho, y que hay que mantenerlas, buscando la manera de mejorarlas”.

Pinedo no se pronunció, sin embargo, en relación a las estatizaciones de YPF o de las AFJPs, consideradas entre las medidas más emblemáticas de la gestión “nacional y popular” del kirchnerismo pero también de las más resistidas por el electorado clásico de la derecha.