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En medio del impacto que causó en el mercado financiero, pero también en la política, el contundente y amplio apoyo del gobierno de los Estados Unidos a la Argentina, retomó fuerza un debate sobre el nivel de reservas que acumula el Banco Central. Los analistas se plantean si la recobrada calma cambiaria y la certeza de que el Gobierno de Javier Milei pagará sin problemas los próximos pagos de la deuda, activará una hoja de ruta concreta para que se incrementen de manera sostenida las reservas en dólares del Banco Central (BCRA).
Es una discusión dentro de otra discusión, más general, que apunta directamente a la continuidad o no del régimen de bandas cambiarias. Las voces oficiales dicen que no habrá cambios al régimen ni antes ni después de las elecciones de octubre. Lo dijo puntualmente el director del BCRA Federico Furiase.

Sobre la política de acumulación de reservas no hubo opinión oficial, pero sí se sabe que hay al menos una discusión interna. Hay quienes dicen que todo seguirá igual y quienes opinan que después de las elecciones "algo habrá que hacer" para reforzar la caja del BCRA.
Más de un funcionario acepta que la cuestión reservas "es un claro elemento de percepción de riesgo que hay que atender". Pero no dan precisiones sobre cómo pasar del análisis a la acción. Insinúan que luego de las elecciones y con cierta estabilidad macro, la economía podría remonetizarse, crecería la demanda de pesos y entonces sería más natural acumular reservas. Pero es una opinión que, se sabe, no coincide, por ejemplo, con lo que opina ni más ni menos que Javier Milei.
El run run del mercado opina que hay funcionarios que prefieren no plantear la discusión al propio Presidente. Tal vez el combo resultado electoral más apoyo del Tesoro de EE.UU. más el hecho concreto de que la acumulación de reservas es hoy un punto incumplido del acuerdo con el FMI modifique este estado de cosas.
Sin ir más lejos, ayer se insinuó que la secretaría de Finanzas que conduce Pablo Quirno habría salido a recomprar parte de los dólares que vendió en los días previos a la elección bonaerense del 7 de septiembre.
Entre los economistas oficiales advierten que si hay equilibrio fiscal y flotación las reservas no son tan necesarias, porque la oferta y demanda de divisas ajustan automáticamente el tipo de cambio. "Y además, nunca serán suficientes las reservas que acumulaste si un domingo Kicillof gana con el 40% y al lunes siguiente habla de deuda ilegítima".
También señalan que el reclamo de acumulación es un lobby de los bonistas para asegurarse que sus bonos serán pagados. Del mismo modo, en el Gobierno agregan que si al equilibrio fiscal se agrega un bajo riesgo país, el refinanciamiento de la deuda está asegurado.
Lo cierto es que Argentina cumplió con el equilibrio fiscal pero igual el riesgo país saltó hasta los 1500 puntos, antes de pegar la vuelta este lunes. El riesgo país, vale recordar, comenzó a subir mucho antes de las elecciones bonaerenses, y su escalada más o menos arrancó cuando el Gobierno, tras el acuerdo firmado con el FMI y la liberación del cepo, avisó que no tenía intención de comprar dólares si su precio no llegaba al piso de la banda. Después, sí, aparecieron los proyectos de ley comiendo algunas décimas al fisco y el deterioro se aceleró hasta que llegó el Tío Sam.
Pero fuera del Gobierno, crece el reclamo a favor de la compra de reservas.
Las razones
Martín Rapetti, de Equilibra, posteó este martes. "Una cosa que hemos aprendido de esa historia es que una macroeconomía estable requiere de un Banco Central con muchas reservas. Esto es todavía más importante para países bi-monetarios como Argentina, Uruguay y Perú. Ellos han mantenido reservas equivalentes a entre 25 y 30% del PBI. ¿Y nosotros? El gobierno de Javier Milei heredó un BCRA con reservas negativas por unos u$s 11.000 millones. Hoy, al borde del precipicio de una crisis cambiaria, el BCRA tiene una cifra similar. El rescate del Tesoro norteamericano tiene que ser aprovechado para iniciar el camino de la acumulación de reservas. Será un camino largo del que no nos podemos desviar."
Gabriel Caamaño, de Outlier, le dijo a El Cronista :"No creo que la compra de reservas sea inflacionaria si el mercado te quiere vender dólares porque quiere pesos. El Gobierno forzó el ritmo de desinflación y por eso no quiere que haya muchos pesos dando vueltas, pero si hay demanda de pesos no hay por qué esterilizarlos". Y concluye que está demostrado que para los países emergentes la acumulación de reservas "es determinante para la baja del riesgo país".
El economista jefe de Puente, Eric Ritondale, dijo en un informe destinado a los clientes de esa firma financiera: "Después de los comicios, esperamos que el equipo económico busque recomponer reservas, avanzar en una actualización cambiaria y bajar tasas para reactivar la economía. Ese combo, si se consolida, puede sentar las bases de una recuperación".
Pero no todas las voces están yendo en el mismo sentido. Juan Carlos "El profe" De Pablo desestimó la necesidad de comprar reservas. Lo dijo así: "¿Vos le vas a recomendar al Estado argentino que los argentinos hagamos esfuerzo laboral para generar riqueza por si a alguno se le ocurre ir contra el dólar? No, gracias."




