Dólar sin techo: entre un indispensable shock de confianza o el caos

Hace dos largos meses que le vengo suplicando al presidente Mauricio Macri que de un shock de confianza cambiando a todo su equipo con un programa creíble. Lamentablemente no lo hizo y estamos al borde del caos, el castigo a activos argentinos ha sido estrepitoso, innecesario e incomprensible. Subestimar a Wall Street cuando se te pone en contra es el peor de los errores y terminó siendo el más cruel de los ajustes. El gradualismo propuesto por este Gobierno es un rotundo fracaso, cuanto antes se reconozca y se sincere, menores serán los daños, con una devaluación que en lo que va del año supera ya el 50%, un poquito mucho para un equipo que se convirtió en un himno a la cámara lenta.

Un mercado internacional que apuesta al colapso argentino. Cuando un mercado vende lo que no tiene se llama “shortear . Por ejemplo, supongamos que una acción actualmente tiene un precio de 10. Uno puede vender dicha acción en 10 y comprometerse a recomprarla a un mes vista pero a un precio incierto. Si al vencimiento dicha acción vale 2, quien ejecutó el short tiene una ganancia de 8. De esta forma, “shortear significa especular a la baja. Cuando un mercado shortea a un país lo que busca es que sus activos colapsen para maximizar las ganancias de la posición. A la Argentina la están shorteando desde hace dos meses casi en forma ininterrumpida. La razón que motivó esta actitud tan pesimista desde Wall Street es que el gobierno ha dado muestras elocuentes de una serie de medidas innecesarias e incomprensibles iniciadas en octubre del 2017 que han destruido la confianza. Este gobierno basó toda su estrategia en la credibilidad y lamentablemente la ha perdido por completo. El peso argentino, las acciones y los bonos largos han colapsado desde enero a la actualidad describiendo a un mercado que ya no cree en el equipo económico a cargo. Hace dos meses que Wall Street una y otra vez envía señales contundentes de que se requiere un cambio formidable en todos los frentes y latentemente el Presidente Macri parecería haberlo ignorado. Jefatura de Gabinete y Ministerio de Hacienda han sido partícipes de la decisión tomada el 28D, momento a partir del cual comienza el colapso del Peso Argentino y una formidable crisis de confianza que ha hecho subir el riesgo país a valores impensados a inicidios de año. La buena noticia es que el Presidente Macri puede recuperar la confianza perdida en la media que tome dos decisiones simultáneas: reemplazo de todo el equipo económico, primera, segunda y tercera línea incluidos y Jefatura de Gabinete. La razón es sencilla: este equipo es 100% responsable de la crisis de confianza que hoy vive la Argentina, intentar recuperar dicha credibilidad con el mismo equipo que nos condujo a perderla es un gravísimo error de concepto y una utopía. Si el Presidente Macri no toma decisiones urgentes, el mercado seguirá shorteándonos, seguirá forzando la baja y las consecuencias en la economía y vida de los argentinos será caótica. Llegó el tiempo de abandonar la soberbia amarilla que caracterizó a estos dos años y medios y convocar a los mejores aun cuando los mismos no pertenezcan al círculo íntimo del Presidente. Sería muy útil que el Presidente comprendiera que estamos al borde de un colapso, si se pasa dicha franja no habrá vuelta atrás, las consecuencias económicas, políticas y sociales serán irreversibles. En este contexto, la forma de quebrar esta siniestra dinámica de mercado es generar un formidable shock de confianza y el mismo se podría intentar con cambio de equipo y plan, en forma urgente.

Cuando un equipo pierde credibilidad, no puede recuperarla nunca más. El equipo a cargo de economía es responsable de una de las peores performances económicas de la historia argentina. A dos años y medio de gestión, un equipo que vino a cambiarlo todo nos dejó con: 100% de inflación acumulada de caras al cierre del 2018, un incremento de deuda externa que supera los 100.000 millones de dólares, un déficit de cuentas externas en 4% del PBI y un stock de Lebac que potencialmente puede desestabilizar a toda la economía argentina. La performance ha sido tan mala que podría ya hablarse de la herencia “M . Sería útil que el Presidente Macri comprenda que los u$s 50.000 millones del FMI  son un aliado importante pero para que sirva es indispensable que maximice su impacto y no podrá hacerlo si sigue manteniendo al equipo actual. Los tiempos que se están viviendo en la Argentina son sumamente sensibles, es momento de decisiones urgentes y valientes.

Sin confianza, la demanda de dinero puede colapsar súbitamente y propiciar una megadevaluación e hiperinflación. El problema de atravesar una situación tan crítica es que en cualquier momento la demanda por el peso puede desvanecerse por completo, bajo ese escenario el precio de dólar sería infinito. De ahí que se hace tan importante contener la situación no con intervenciones cambiarias que no resultarán sino con un cambio rotundo de equipo y plan. Hace dos años y medio que este gobierno está sin estrategia, ya no hay tiempo para seguir subestimando la realidad, el futuro de 43 millones de argentinos depende de las decisiones que se tomen en breve. Claramente el gradualismo fracasó, claramente este gobierno que nos contaba que el ajuste era imposible terminó generan un shock devaluatorio fulminante y lo peor es que todavía nadie sabe cuál será el precio de equilibrio del dólar. Ojalá, por el bien de todos, el Presidente Macri comprenda que el peor de los ajustes es el que exige un mercado cuando se pone en contra como es el caso actual para la Argentina. Hace dos meses que estamos con un mercado en pleno modo de short y con un equipo sin ideas, sin decisión, sin plan y por sobre todo, sin credibilidad. El deterioro de activos argentinos y economía real ha sido enorme y esta dinámica no terminará hasta tanto nuestro Presidente intente al menos recuperar parte la confianza perdida. Es una verdadera lástima que este equipo en solo dos años y medio haya triturado un stock de confianza que al inicio de la gestión del Presidente Macri era enorme. La arrogancia y la ingenuidad son en definitiva, una pésima combinación. A todo el equipo de Hacienda: es tiempo muchachos de dar un paso al costado, sin confianza es imposible hacer política económica. Tengo la sensación que el Presidente Macri tiene todavía un chance, ojalá esta vez, haga lo correcto.

"Las opiniones expresadas son personales y no necesariamente representan la opinión de la UCEMA.

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