La actividad entró en una etapa de estancamiento. Los indicadores adelantados dan cuenta de caídas en el segundo semestre del año y algunos ya recortaron las estimaciones de crecimiento respecto del 5,5% que proyectó el FMI. Este desafío plantea oportunidades para algunos de los problemas de la macroeconomía.

Julio registraría una caída mensual de 0,1%, según anticipó Analytica. De concretarse, la actividad sumaría 5 meses con caídas en lo que va del año y sumaría una baja del 0,8% acumulada contra diciembre.

"La economía habría entrado en una etapa de estancamiento, expresando los límites para el crecimiento del actual esquema que mantiene encorsetada a la demanda para sostener el régimen monetario y cambiario", explicaron desde la consultora.

El menor dinamismo de la actividad, sumada al aumento del tipo de cambio, plantea una oportunidad para ajustar el frente externo. Desde el equipo de research de Banco Comafi plantearon que estas variables podría "gradualmente comenzar a revertir el desequilibrio externo y permitir la acumulación de reservas".

En el mismo sentido, Claudio Caprarulo, director de Analytica, observó que "el Gobierno está dispuesto a sacrificar actividad económica para conservar una inflación por debajo del 2% mensual. En condiciones normales eso impacta en menos importaciones tanto de bienes como de servicios. Sin embargo, si a partir de la intervención directa del Gobierno en el precio del dólar, el tipo de cambio se percibe no sostenible, se repetirá lo que sucedió otros años donde el nivel de importaciones no se condice con el nivel de actividad sino con un sobre stockeo".

Otro factor que sumó y que puede jugar en contra de esta dinámica son las elecciones: "Este año se suma la demanda de dólar ahorro que ya está en niveles muy altos y puede no menguar a pesar de una economía más fría".

Esto se refleja en que el superávit de la cuenta corriente no alcanzó a cubrir el déficit de la cuenta financiera por u$s 2434 millones, empujado por la formación de activos externos, con un resultado neto de u$s 5432 millones.

En materia de reservas, desde Adcap no esperan que haya una acumulación significativa al menos hasta las elecciones de octubre, ya que implicaría más pesos en la calle, algo que el Gobierno busca evitar.

Una menor actividad y un dólar más caro podría aliviar las importaciones, que en el año acumulan una suba del 31,7%.

Desde Vectorial analizaron que el superávit comercial atraviesa un marcado estrés y se mantiene en niveles inferiores a los de 2024.

"Mientras el año pasado los saldos positivos oscilaron entre u$s 808 millones en enero y un máximo de u$s 2.654 millones en abril, en 2025 se ubican en un rango mucho más bajo, desde apenas u$s 162 millones en enero hasta u$s 988 millones en julio", analizaron.

Las importaciones mostraron un gran dinamismo en bienes de consumo (+47,6%), mientras que bienes intermedios, donde se registran los insumos para producir, cayeron 5,6% en julio.

Una advertencia que lanzaron desde Vectorial es el efecto en la recaudación. Ya en agosto se registró una caída del 2,6% anual, donde buena parte de la baja responde a la menor actividad, además del fin del impuesto PAIS: "Se trata del peor agosto de los últimos 9 años, incluso por debajo de la performance de 2020".