El escándalo que se desató hace una semana al trascender la información sobre el desvío que hizo Cristóbal López de $8000 millones a varias de sus empresas en lugar de transferirlo directamente a AFIP no terminó aun, ya que hoy se supo que el empresario K se quedó con $300 millones de aportes previsionales de sus empleados.

Según publica hoy el diario La Nación, las empresas afectadas por esta operatoria fueron Inversora M&S, la constructora CPC, Oil MS, Alcalis de la Patagonia, Paraná Metal, Olivares del Sol, Promet, La Salamandra, Ideas del Sur y varios medios de comunicación.

Dos gerentes del Grupo Indalo le dijeron a La Nación que efectivamente la empresa no pagaba los aportes porque se quedaban con ese dinero, aunque no confirmaron en qué se utilizaba luego ese dinero.