Crecimiento 2019: qué factores jugarán a favor y cuáles en contra

Ayudarán la competitividad cambiaria heredada del 2018, la cosecha y Vaca Muerta. Perjudicarán el costo del financiamiento, la demora en recuperarse los salarios y los problemas de la inversión pública, por el ajuste fiscal, y de la privada, por el crédito caro y los "cuadernos".

La fuerte devaluación del 2018 o, como suele llamarsela, la “competividad cambiaria heredada; una mejor cosecha agrícola para apuntalar las exportaciones; un mayor crecimiento de Brasil y el desarrollo de Vaca Muerta.  Esos serán los factores que colaborarán para mejorar las perspectivas de crecimiento de la economía argentina en 2019, según un informe de Ecolatina difundido ayer. 

El informe de la consultora tiene una lista de cal y una de arena, ya que también incluye los factores que se pondrían en la vereda contraria del crecimiento, a saber:  el “incremento del costo de financiamiento , derivado de la suba astronómica de las tasas de interés; la “elevada incertidumbre , producto del proceso eleccionario y poco alentadoras perspectivas para el consumo y la inversión, los dos componentes de la demanda interna. En el primer caso porque la pérdida del salario real tardará en revertirse y no será compensada por el “consumo publico debido al ajuste pactado con el FMI y por el otro porque la inversión pública también estará condicionada por la necesidad de reducir el déficit y porque los proyectos de Participación Pública Privada (PPP) tampoco despegarán debido, otra vez, al costo de financiamiento y la mancha de la corrupción que pesa sobre tantos actores del sector.

El informe de Ecolatina arranca con un balance del 2018: “El tercer año del mandato de Cambiemos fue caracterizado por la inestabilidad cambiaria que reinó durante la mayor parte del 2018 y que implicó que el tipo de cambio acumule en el año un suba superior al 120%. Este hecho condujo al gobierno a acordar en dos ocasiones con el FMI para domar el frente cambiario y financiero a costa de un endurecimiento de la política fiscal y monetaria. Asimismo, la fuerte depreciación del Peso aceleró la inflación (que cerraría en torno al 48%) y redujo significativamente el salario real (caída del 6,5% en promedio). A este combo se sumó el efecto negativo de la sequía sobre la cosecha gruesa (maíz y soja), por lo que la economía concluirá el 2018 con una contracción del PBI del 2,3%, que dejará un arrastre estadístico negativo cercano a 3% para el próximo año .


Y luego describe los posibles puntos a favor del crecimiento pero en cada uno de ellos señala factores contrarrestantes. Así observa que la ventaja cambiaria y la buena cosecha esperada encontrarán el limite “del costo de financiamiento y la “elevada incertidumbre , por los que “la industria tardará en reaccionar al nuevo set de precios relativos y únicamente aquellos sectores que ya están insertos en mercados externos podrán beneficiarse rápidamente .

“Por su parte, los dos componentes de la demanda interna, consumo e inversión, no muestran perspectivas alentadoras de cara al próximo año. En primer lugar, el salario real seguirá mostrando caídas interanuales en la primera mitad del año, por lo que el consumo privado no se reactivará hasta el segundo semestre cuando el poder adquisitivo crezca en relación a este año. Sin embargo, esta mejora no será suficiente para compensar el deterioro previo y el año cerrará con una caída del salario real promedio de casi 2%, que acotará la recuperación del consumo privado. Tampoco esperamos novedades positivas por el lado del consumo público: la necesidad de cumplir con el objetivo de equilibrio fiscal (a nivel nacional y provincial) acordado con el FMI será central para mitigar el riesgo de turbulencias en el frente externo , detalla, como en una secuencia de luces y sombras el informe de la consultora que fundó Roberto Lavagna.

¿Qué sectores serán los ganadores y perdedores?

 El trabajo de Ecolatina advierte que “producto de una mayor competitividad cambiaria y expectativas de una buena cosecha gruesa, la producción de Transables (bienes y servicios que se comercializan internacionalmente) trepará 3% i.a. en 2019 . Pero “como parte de la producción de transables se destina a abastecer la demanda interna, las condiciones favorables se acotan. En este sentido, excluyendo el agro, la producción del Sector Transable se mantendrá estancada producto de un consumo debilitado y la mencionada retracción de la inversión. De esta forma, la recuperación del resto del Sector Transable (sin contar al agro) será parcial y acotada al primer semestre del año .

Según el estudio, la presencia de un mercado interno deprimido afectará al Sector No Transable (la mayoría de los servicios y la construcción). En términos desestacionalizados, la trayectoria de la producción de dicho sector será en forma de “L , encontrando la recesión un piso en el primer trimestre de 2019, para luego mantenerse estancada el resto del año. En promedio, el Sector No Transable sufrirá en 2019 una contracción promedio de casi 3%, en línea con el retroceso de la demanda interna (consumo + inversión) .

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