Advierten que subir solo 9% las tarifas es "electoralista" y que es necesario reducir los subsidios

La última pulseada por el ajuste de las tarifas puso en el centro de la escena una cuestión muy sensible que afecta la autoridad del ministro de Economía, Martín Guzmán y la del propio presidente, Alberto Fernández.

Y es probable que éste será apenas un capítulo más en una saga, suyo principal impacto para el Gobierno es en términos reputacionales, tanto políticos como económicos.

Sobre este tema, Eduardo Fracchia, director del Área Economía del IAE Business School, aseguró que la rebeldía del subsecretario de Energía, Federico Basualdo, que había sido echado por el propio ministro Guzmán, es una "mala señal para la ciudadanía y para el exterior".

Hay diferencias económicas de fondo en el debate sobre tarifas y subsidios

El economista, que dirige el IAE, la Escuela de Negocios de la Universidad Austral, sostuvo al respecto que "no es natural que un Presidente y un ministro de Hacienda a la vez, sean desobedecidos por una línea menor en el organigrama del Ejecutivo", lo que se traduce en una "expresa limitación en el poder".

Tras cuestionar la gestión de Guzmán, porque es "deslucida en deuda, relación con el FMI, inflación, intranquilidad de la economía, y falta de inversión", Fracchia admitió que el ministro tiene el mérito de ser "relativamente ortodoxo", forzado por la necesidad de mostrar buenos números fiscales. 

La gestión de Guzmán es "deslucida en deuda, relación con el FMI, inflación, intranquilidad de la economía y falta de inversión", aseguró Eduardo Fracchia,  director del Área Economía del IAE Business School  

Es que el frente de la deuda es un obstáculo casi insalvable a la hora de encaminar la economía local. Y aquí las referencias al affaire Basualdo, vuelven a aflorar.

"La de tarifas al 9% es una jugada claramente electoralista", enfatizó Fracchia, quien la atribuyó a cuestiones ideológicas vinculadas a la "política propia de Flacso, cuestionadores siempre de las empresas privatizadas". 

En cuanto a la medida concreta que generó el conflicto, esto es, la reducción de los subsidios energéticos para achicar el déficit fiscal primario y su correlato en la suba de las tarifas (el ministro proponía aumentar 15%), el economista sostuvo: "Es poco racional no achicar el subsidio energético". 

Explicó que es "un guiño al conurbano, porque en el interior el tema ya está resuelto". Y aclaró: "Este retraso tarifario se condice con el retraso cambiario y de los productos con precios máximos, bajo ´control soviético´", dijo Fracchia sin eufemismos.

"Este retraso tarifario se condice con el retraso cambiario y de los productos con precios máximos, bajo ´control soviético´", sostuvo Fracchia sin eufemismos

El punto clave es el impacto que tendrá en la hoja de ruta de la economía para los próximos meses. "La economía no va a cambiar por este tema en cuanto al dólar blue o al riesgo país. La inflación es el gran mal antecedente para la negociación con el Fondo, con el club de París. Genera ruidos de doble discurso", sentenció.

Y en el plano estrictamente político, la cuestión también dista de ser relajada. Es que según su visión es muy poco probable que el Presidente "cambie este estilo de subordinación absoluta al Instituto Patria y a La Cámpora", salvo que "haya una derrota del oficialismo contundente en el Gran Buenos Aires en las próximas elecciones".

En este punto, el economista recordó que aún falta mucho tiempo para los comicios "como para que la institucionalidad del país siga tan frágil y con desgobierno en el Ejecutivo". 

"El liderazgo que exige es inmenso y no lo estamos viendo en el campo de juego, tal como lo expresa esta nueva y grave interna de poder", remató Fracchia.