

El Gobierno anunció que desde este miércoles 6 de febrero empezará a regir el aumento de tarifas del transporte público (trenes y colectivos) en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que alcanza el 250%.
"La Secretaría de Transporte publicó el informe final de la consulta ciudadana que forma parte de los requisitos necesarios para actualizar el cuadro tarifario", comunicaron fuentes oficiales. El boleto mínimo trepará así a $ 270 en los colectivos y a $ 130 en los trenes que recorren la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
La suba estaba prevista para el 1 de febrero, pero había sido postergada por una cautelar del juez Ernesto Kreplak. Según comentan en Transporte, "el juez de primera instancia concedió la apelación con efecto suspensivo de la medida cautelar".

Con su aplicación, además del cierre de la paritaria de los choferes enrolados en la Unión Tranviaria Automotor (UTA), el Gobierno aspira a desactivar un foco de conflicto latente: la posibilidad de un paro de colectivos o un lockout patronal por la falta de dinero para operar el servicio.
Además, con el foco en lo fiscal, avanza la quita de subsidios, que entre la energía, el transporte y el agua debe pasar del equivalente a 2,1% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2023 a 1,3 puntos porcentuales este año.
No obstante, el cuadro del sistema sigue siendo crítico. De acuerdo a la información proporcionada por las compañías nucleadas en la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), el costo real de los servicios en AMBA es de $ 218.900 millones por mes o $ 981 por usuario, de los cuales el recupero vía tarifas y subsidios reconocidos por Nación es de $ 95.200 millones.
El resto, unos $ 123.700 millones mensuales es "a pérdida" de las empresas, que para priorizar los gastos en combustible (gasoil), salarios e insumos indispensables relegan inversiones, lo que se materializa en una pérdida en la calidad del servicio mediante menos frecuencias y unidades más viejas y con períodos de renovación más largos, con una degradación en la seguridad de los pasajeros.
Aún así, debido a la suba de las tarifas, el Gobierno tendrá a disposición fondos para elevar los costos "reconocidos" a las compañías operadoras de los colectivos, algo que sucedería a la brevedad. En una economía con dos dígitos de inflación por mes, sin embargo, pronto podría faltar el dinero nuevamente.



