Claves para la cooperación internacional: el liderazgo del G20 y el sector privado

La pandemia nos enseña la importancia de la cooperación internacional en un contexto de interdependencia donde ningún país es completamente autosuficiente ni autónomo. También nos muestra las dificultades para hacer efectiva esa cooperación y el desafío que enfrentan los organismos internacionales para coordinar la acción colectiva.

La crisis se desató en un sistema internacional que ya mostraba signos de transformación profunda: cuestionamientos a la globalización; debilitamiento del multilateralismo; surgimiento de gobiernos nacionalistas; guerra comercial entre Estados Unidos y China y transferencia de poder de Occidente a Oriente, entre otros.

En ese contexto, el G20 se presenta como uno de las plataformas más adecuadas para promover una respuesta global. En primer lugar, responde a la exigencia actual de una diplomacia multilateral flexible que permita la adopción rápida de decisiones en un contexto de urgencia e incertidumbre. En efecto, el G20 tiene una estructura flexible, no cuenta con una secretaría fija y su presidencia rota anualmente.

En segundo lugar, es más representativo que el G7, siendo una versión ampliada de éste último que incluye a países emergentes en pie de igualdad con las principales economías. Finalmente, continúa siendo lo suficientemente chico para mantenerse operativo y permitir la formación de consensos entre sus miembros. Su capacidad de liderazgo fue demostrada en el 2008, cuando los países del foro adoptaron decisiones conjuntas para abordar la crisis financiera.

Frente a la preferencia por el unilateralismo demostrada por muchos estados, el sector privado tiene un rol esencial que cumplir como impulsor de una mayor coordinación de políticas. Foros internacionales como la Cámara de Comercio Internacional (ICC) y el Foro Económico Mundial (WEF) han movilizado rápidamente a sus miembros para contribuir a la respuesta pública frente a la crisis y re-pensar la economía del futuro. El B20 se posiciona naturalmente como uno de los foros con mayor capacidad de influencia: es el espacio oficial que vincula a las empresas y asociaciones de los países del G20 con los líderes políticos.

En esa línea, el foro ha lanzado recientemente un comunicado que insta al G20 a responder de forma coordinada en materia fiscal, monetaria, comercial y administración de las normas prudenciales. En la declaración final de Ministros de Finanzas y representantes de Bancos Centrales del G20, varios de los pedidos del sector privado fueron incluidos. A partir de la lectura de ese comunicado, y la situación de la región, se identifican dos cuestiones cruciales a ser tratadas por el organismo:

1. Diseño de la respuesta monetaria Los Bancos Centrales deberían promulgar el otorgamiento de préstamos a "tasa cero" para preservar a las empresas y que éstas puedan reanudar las operaciones rápidamente y mantener los puestos de trabajo. Por otro lado, sería necesario que las autoridades monetarias aseguren la asistencia financiera para satisfacer las necesidades básicas de aquellos que han perdido sus fuentes de ingresos. Los países del G20 podrían aprovechar su participación en el foro para recalcar la vulnerabilidad de muchas economías en desarrollo, las cuales, cuentan con menos libertad para una política fiscal expansiva, y cuya inestabilidad de precios, dificulta el aumento de la oferta de dinero. Dadas estas restricciones, no es posible para ellos aplicar políticas expansivas de la magnitud requerida sin apoyo financiero externo.

2. Declaración del libre comercio internacional de recursos críticos y protección del empleo Los países del G20 deberían suprimir los obstáculos al comercio internacional de medicamentos, insumos hospitalarios y alimentos durante la crisis. Por otro lado, sería menester el diseño de un plan de acción para la situación actual y la construcción de los cimientos del futuro del empleo por parte de los Ministros de Trabajo.

Las medidas que adopten los países del G20 de manera conjunta podrían salvar vidas, reabrir inteligentemente de la actividad y reactivar el trabajo, demostrando una vez más el poder de la cooperación global. El sector privado, reunido en el B20 y otros organismos, será fundamental para que la acción colectiva prevalezca sobre las respuestas unilaterales, aislacionistas y antidemocráticas.

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