Durante su participación en el 61° Coloquio de IDEA, César Litvin, CEO de Lisicki, Litvin & Asociados, trazó un diagnóstico contundente sobre el sistema tributario argentino y su impacto en la competitividad. "Menos carga fiscal, más actividad económica, más inversión, más empleo, más consumo, menos gasto público, menos pobreza: ese es el círculo virtuoso", resumió.
Litvin advirtió que Argentina tiene una estructura impositiva "contaminada por impuestos muy distorsivos", que actúan como "virus en el cuerpo de la actividad económica". Actualmente existen 154 tributos entre Nación, provincias y municipios, aunque solo diez concentran el 92% de la recaudación. "La asignatura pendiente es una reforma tributaria estructural, no un simple parche", sostuvo.
Uno de los principales focos de crítica fue el impuesto a los Ingresos Brutos, que pasó de representar el 2,2% del PBI hace veinte años al 4,1% actual. "Las provincias han aumentado obscenamente este impuesto y su gasto público. Hay que reducir lo superfluo, lo no esencial, lo que puede ser despilfarro", afirmó. También cuestionó las tasas municipales, que funcionan como "otro ingreso bruto cobrado por los municipios".
Litvin subrayó que el federalismo fiscal otorga potestades tributarias a Nación, provincias y municipios, por lo que "no alcanza con una reforma nacional". Para él, se necesita "un gran acuerdo" entre los tres niveles de gobierno para avanzar hacia una baja de impuestos que favorezca la competitividad.
Sobre el escenario post-electoral, Litvin se mostró moderadamente optimista: "El gobierno nacional anunció que enviará un proyecto para eliminar veinte impuestos y bajar la carga tributaria. El punto donde se requiere mayor debate y negociación es con las provincias".


