Las limitaciones que el estancamiento de la economía impone sobre el mercado de trabajo se agudizaron durante el último año y castigaron sobre todo a la franja de trabajadores que busca reinsertarse en un empleo tras haber permanecido un tiempo como desocupado.

Así, según estimó un informe privado, a fines de 2014, un 28% de los desempleados llevaba más de un año sin encontrar un nuevo trabajo, en tanto sumaban un 17% aquellos que acumulaban entre seis y doce meses de búsqueda de un empleo. En términos de personas afectadas, la situación de desempleo mayor a un año alcanza a 327.000 trabajadores residentes en aglomerados urbanos donde viven 38,4 millones de habitantes, lo que representa el 90% del total de la población del país. A su vez, suman 198.000 las personas que llevan entre 6 y 12 meses sin un trabajo rentado. Si esos números se extrapolan a la totalidad de la población del país (42,6 millones), unas 800.000 personas demoran más de 6 meses para poder reinsertarse en el mercado laboral.

De acuerdo con el informe realizado por el Instituto de Estudios Laborales (Idelas) de la UCES, las dificultades más importantes para la reinserción laboral con más de un año de espera se registraron en Paraná (59,7%), Gran Santa Fe (44,9%), La Pampa (40,9%), Santa Cruz (40,7%), Gran La Plata (40,6%), Catamarca y Jujuy con el 37,9% y el 34,3%, respectivamente.

El informe advirtió que la demora para hallar un nuevo empleo tuvo como consecuencia directa un efecto desaliento en las personas desocupadas, que suspendieron la búsqueda de trabajo. Ello se tradujo en la reducción de casi 2 puntos porcentuales de la tasa de participación de la población en el mercado de trabajo (PEA), según los cálculos de Idelas a partir de los datos relevados por la EPH del Indec y la última Encuesta Anual de Hogares Urbanos realizada también por el instituto estadístico oficial.

La disminución de la PEA equivale a que unas 347.000 personas renunciaron a ofrecer sus servicios para una labor rentada por el repetido fracaso en la búsqueda de un empleo. A ellas se agregaron otras 190.000 personas que deberían haberse incorporado a la vida laboral por efecto del crecimiento vegetativo de la población, pero que no lo hicieron "por el repetido ciclo recesivo en que cayó la economía", argumentó el informe.

Para los responsables del estudio, son varias las razones que explican esas limitaciones del mercado laboral. Entre ellas mencionaron "la disminución de la tasa de inversión en máquinas y equipo por la falta de incentivos derivada del cepo cambiario; la discrecionalidad en la autorización de pagos de importaciones y de giro de dividendos a casas matrices de empresas de capital extranjero; así como la política de precios administrados y la creciente presión tributaria".

Por otra parte, el informe concluyó que el incremento de puestos de trabajo en el sector público no logró compensar la caída de puestos de trabajo en la actividad privada durante 2014. Al respecto, enumeró que mientras en el período se crearon 40.000 empleos públicos, en las empresas privadas se observó una reducción en poco más de 427.000 personas y una caída de otros 22.000 puestos en compañías mixtas.
Otra limitación del mercado de trabajo señalada por IDELAS se refirió a la disminución generalizada de la intensidad laboral (la carga horaria promedio semanal de la población ocupada). Solo la franja de los ocupados entre 16 y 34 horas semanales se elevó 2,35%, mientras en el resto de las franjas de intensidad horaria se observaron caídas de hasta el 18,4%.