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En medio de una crisis económica que no encuentra freno, el secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Rodolfo Aguiar, lanzó una fuerte advertencia al gobierno de Javier Milei: "El ingreso mínimo en toda la Administración Pública debe ser de 1.900.000 pesos" para hacer frente al impacto devastador de la suba del dólar en el bolsillo de los trabajadores.

La declaración de Aguiar marca un punto de inflexión en las negociaciones salariales del sector público. El piso salarial de $ 1.900.000 que reclama ATE representa una cifra que refleja la magnitud de la pérdida del poder adquisitivo que sufren los empleados estatales argentinos.

Según el dirigente sindical, esta demanda se justifica porque las empresas "están remarcando precios para cubrirse de la devaluación" generada por la constante suba del dólar, lo que provoca un efecto dominó que golpea directamente los salarios de los trabajadores públicos.

El impacto inmediato en el bolsillo de los argentinos

ATE verificó aumentos preocupantes en productos de consumo masivo que van "desde un 4% a un 9% en las góndolas de supermercados", no solo en Capital Federal, sino también en otras 14 provincias del país. Esta escalada de precios se produce mientras los salarios permanecen congelados, generando una tijera inflacionaria que ahoga a las familias trabajadoras.

El piso salarial de $ 1.900.000 que reclama ATE representa casi $ 2.000.000 mensuales para los trabajadores estatales (Fuente: Archivo).
El piso salarial de $ 1.900.000 que reclama ATE representa casi $ 2.000.000 mensuales para los trabajadores estatales (Fuente: Archivo).

"La suba precipitada del dólar termina de destruir los salarios y la pérdida del poder adquisitivo se agrava", expresó contundentemente Aguiar, señalando que "lo único que no sube son los salarios" mientras aumentan tanto los bienes de primera necesidad como los costos mayoristas y minoristas.

El comunicado oficial de ATE no ahorró críticas hacia la gestión de Javier Milei, señalando que el Gobierno Nacional "continúa sin encontrar el rumbo económico" y que durante la última semana "la crisis financiera se agudizó".

Los indicadores económicos que respaldan esta afirmación son contundentes:

  • Dólar: cerró la semana pasada a $ 1.474.
  • Riesgo país: escaló a 1.473 puntos.
  • Bonos: acumularon una pérdida promedio del 25% en septiembre.

"Más de un 40% de pérdida": la radiografía del ajuste sobre los estatales

Aguiar denunció que la gestión de Milei "continúa sin oír el mensaje de las urnas" y pretende "seguir ajustando por congelamiento salarial". Los números que maneja el sindicato son alarmantes: "En el sector público, el ingreso promedio ha perdido más de un 40% de su poder de compra".

Esta pérdida del poder adquisitivo se produce en un contexto donde "la economía está muy dolarizada en su formación de precios", pero los salarios se manejan en pesos, generando una disparidad estructural que perjudica sistemáticamente a los trabajadores.

El efecto dominó: del dólar a la canasta familiar

Según el análisis de ATE, el impacto de la crisis cambiaria es "inmediato" en el bolsillo de los trabajadores. Con cada aumento del dólar, "los salarios se licúan aún más", mientras que los precios de la Canasta Familiar se ven "fuertemente" impactados por la dolarización de la economía argentina.

Esta dinámica perversa genera que, mientras las empresas se cubren de la devaluación remarcando precios "hasta en productos de primera necesidad", los trabajadores del Estado ven cómo su capacidad de compra se evapora mes a mes.

Una de las críticas más duras de Aguiar apuntó directamente al núcleo del programa económico oficialista: "El caballito de batalla del Gobierno, que era la baja de inflación, está en riesgo, porque está aumentando, a pesar de que existe una profunda caída del consumo".

"El ingreso mínimo en toda la Administración Pública debe ser de 1.900.000 pesos", lanzó Aguiar (Fuente: Archivo).
"El ingreso mínimo en toda la Administración Pública debe ser de 1.900.000 pesos", lanzó Aguiar (Fuente: Archivo).

Esta advertencia pone en jaque uno de los principales argumentos del gobierno de Milei para justificar el ajuste sobre los salarios públicos y las políticas contractivas que implementa.

La investigación de ATE no se limitó a los grandes supermercados, sino que también relevó "comercios de cercanía" en todo el país, confirmando que la remarcación de precios es un fenómeno generalizado que afecta tanto a las grandes superficies como al comercio de proximidad.

Este dato es particularmente relevante para las familias de menores ingresos, que suelen abastecerse en comercios barriales donde los aumentos pueden ser aún más pronunciados que en las grandes cadenas.

El dilema de una economía dolarizada con salarios en pesos

ATE puso el dedo en la llaga de una de las principales distorsiones de la economía argentina: mientras que "la economía está muy dolarizada en su formación de precios", los salarios del sector público se manejan exclusivamente en pesos y con actualizaciones muy esporádicas.

Esta asimetría estructural genera que cualquier movimiento del tipo de cambio impacte inmediatamente en los precios, pero no en los ingresos de los trabajadores, profundizando la pérdida del poder adquisitivo.

Frente a este panorama crítico, ATE se prepara para intensificar las medidas de fuerza y los reclamos salariales. El piso de $ 1.900.000 no es solo una demanda económica, sino también una bandera política que busca visibilizar el impacto del ajuste sobre los trabajadores del Estado.

La propuesta de Aguiar plantea un desafío mayúsculo para las finanzas públicas en un contexto de déficit cero y ajuste fiscal. Sin embargo, desde ATE argumentan que sin esta recomposición salarial, el sector público argentino se encamina hacia una crisis de recursos humanos sin precedentes.