

La amplia gama de medidas anunciadas ayer por el gobierno, estimadas en 60.400 millones de reales, tiene un claro objetivo: reducir el costo de producción para aumentar la tasa de inversión de la economía y mejorar la competitividad externa de los productos brasileños. Sin una mayor inversión, no habrá expansión de un crecimiento sustentable.
El proyecto del Gobierno de Dilma Rousseff es llegar a fin de año con un crecimiento del 4,5% del Producto Bruto Interno (PBI), porcentaje que se elevaría hasta el 5,5% en 2013 y al 6% en 2014, lo que hace un promedio de crecimiento 4,7% en el período. La premisa es cumplir con este objetivo de elevar la tasa de inversión como proporción del PBI desde el actual 19% a alrededor del 24% al final de su mandato.
El Gobierno ha puesto a disposición del sector privado un adicional de 45.000 millones de reales en nuevos préstamos del Tesoro al BNDES, lo que sumado a la reducción de impuestos y las compras estatales, entre otros, totaliza 60.400 millones de reales en el estímulo a la economía, informó el secretario ejecutivo de Ministerio de Finanzas, Nelson Barbosa.
Una parte del paquete es de carácter estructural las exenciones impositivas sobre los 15 segmentos de la industria y, según el ministro de Hacienda, Guido Mantega, será definitiva. Y la reducción de aportes patronales del 20% será parcialmente compensada por una tasa sobre las ventas.
El nivel de tributación no regresará al nivel previo, las exportaciones estarán exentas de la nueva tasa sobre las ventas y las importaciones pagarán más PIS/Cofins (Impuesto a la Seguridad Social y la Contribución Financiera a la Seguridad Social), correspondiente a la tributación por facturación. El alivio del impuesto a los salarios restará 7.200 millones de reales en ingresos anuales al Gobierno, pero el Ministro aseguró que no pondrá en peligro la meta de superávit primario.
Las exenciones, por lo tanto, tendrán un efecto equivalente a una devaluación. Mantega cree que el productor nacional volcará esta ganancia hacia el consumo doméstico para hacer frente a las importaciones.
Otro aspecto de las medidas es más coyuntural y están destinadas a disminuir el costo del capital para inversiones del sector privado.
En este caso, los nuevos prestamos del Tesoro Nacional al BNDES de 45.000 millones reales, más los 10.000 millones que sobraron del año pasado serán destinados principalmente al Programa de Sustentación de las Inversiones (PSI. según su sigla en portugués), en su cuarta versión. El programa tendrá, por lo tanto, más recursos, tasas de interés menores, plazos más largos y mayor cobertura de financiamento. Estas condiciones tendrán vigor desde 2013.
No es posible decir si las iniciativas del Gobierno son suficientes para estimular la producción industrial que en febrero tuvieron un mejor desempeño, con un crecimiento del 1,3% respecto a enero. Pero para Mantega, es un camino que estamos recorriendo para lograr una economía más competitiva y responder a la crisis internacional. El Gobierno comenzó a responder con medidas cambiarias para dejar en claro que no actuarán pasivamente a la valorización de la moneda. El tipo de cambio cambio de tendencia, comentó el ministro. De una media de 1,77 reales por dólar en marzo, pasó a 1,83 reales en los primeros días de abril, señaló en su presentación.
El próximo plan de acción del Gobierno actuará sobre el costo del dinero que cobran los bancos.