Para Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (CEPAL), "el Mercosur debería tratar de organizarse hacia el interior, tener productos de valor agregado interbloque, primero", antes de negociar con la Unión Europea.

En una entrevista con El Cronista, la mexicana, que está frente a la CEPAL desde 2008, subrayó la necesidad de que se avance con el comercio intrarregional para poder exportar luego como bloque.

Además, calificó de "menos positiva" la última oferta que hizo la UE al Mercosur, sobre todo en materia de carne y etanol.

Está en plena negociación el acuerdo Mercosur-Unión Europea. Va un poco en contra de avanzar con comercio intrarregional. ¿Cómo lo ve?

Puede no serlo si somos capaces de lograr exportar a partir de productos surgidos de cadenas productivas intrarregionales.

Pero no estamos fuertes en ese aspecto...

No, aún no estamos tan fuertes. Por eso hay que hacer tareas. Sino vamos a terminar exportando los países de manera separada. La idea es que sea de bloque a bloque. Lo que se tiene que lograr es que nuestros países negocien en sectores que a la región le interesen. Hay beneficios importantes pero también hay preocupaciones. Definitivamente el Mercosur debería tratar de organizarse hacia el interior, tener productos de valor agregado interbloque, primero. El valor de exportaciones de todo el Mercosur es de u$s 254.000 millones. Esto es en conjunto, pero de manera separada. Si se hiciera interbloque, podrían potenciarse muchísimo. Eso fue algo que pasó en el TLC entre Estados Unidos, México y Canadá: un entramado de cadenas productivas.

¿Cómo evalúa la oferta europea?

La oferta que hizo la UE fue menos positiva que la que había hecho en 2004, en relación a cuotas para carne bovina y para etanol. Es muy importante el trato igualitario en estos sectores que son tan importantes para Mercosur. La UE como bloque, es el principal socio comercial del Mercosur: representa el 20% de las exportaciones y 23% de las importaciones. Para la Argentina es un poco menor: 15% de las exportaciones y 17% de las importaciones. A la inversa, para la UE representa sólo el 3% de sus exportaciones las que van al Mercosur y 2% de sus importaciones. Se puede ganar, creo yo. Los principales productos que la Argentina exporta a UE son pellets de soja, en 40%; camarones, carne, maní, entre otros. Y se importa desde la UE reactores nucleares, calderas, fármacos, vehículos, entre otros. Entonces estamos importando bienes de capital pero exportando bienes de industria extractiva.

¿Qué otros aspectos sobresalen de este intercambio?

En la UE es muy importante la inversión extranjera directa, quizá más que el comercio. Ojalá se pueda incluir un capítulo importante de inversiones.

¿Cómo un aumento del comercio internacional puede beneficiar a la región y a la Argentina?

El comercio no tiene el mismo impulso que tenía antes de la crisis de 2008. Este año va a repuntar cerca de 3,6%. En América latina, lo hará un 10% pero por factor precio. Eso en el fondo refleja nuestro patrón exportador: seguimos basando nuestro comercio en los precios de los commodities.

¿Qué otros aspectos identifican para Argentina?

De un análisis del sector agropecuario, en el que dos potencias son Argentina y Brasil, siguen siendo muy pocos productos los que se exportan. Lo que enviamos al exterior está muy concentrado en soja. No podemos avanzar hacia una mayor diversificación productiva.

¿De qué manera ve posible que se logre una mayor diversificación?

A través del comercio intrarregional. De hacerlo, tenemos una mayor capacidad de exportar más manufacturas que commodities.