

Sandra Arroyo Salgado, la jueza federal y ex esposa del fiscal Alberto Nisman, afirmó hoy que no admite la hipótesis del “suicidio” del fiscal “por su personalidad, mucho menos con un arma de por medio”. Señaló además que que la conmovió la cantidad de personas que se sumaron a la marcha que se realizó ayer entre el Congreso y Plaza de Mayo a un mes de la muerte del fiscal. Evitó opinar sobre cómo se está realizando la investigación, ni quiso polemizar respecto a las palabras de la Presidenta Cristina Kirchner.
En diálogo con radio Vorterix, Arroyo Salgado contó que toda la familia está pasando por “un momento muy difícil emocionalmente”. Dijo que la marcha “fue conmovedora”, pero lo que más le impactó “fueron las expresiones de la gente, que a nuestro paso me reconocían y me manifestaban palabras de apoyo, de fuerza, de confianza en lo que yo pudiera hacer. Esto me genera una gran responsabilidad”.
“Sin duda muchas personas no desconocen que yo pertenezco al sistema de administración de Justicia y para mí es una gran expectativa por todo lo que la gente piensa en que podemos colaborar desde la querella. La sociedad en general reclama llegar a la verdad”, indicó.
La jueza no admitió el suicidio de Alberto Nisman “por su personalidad” y dijo que “mucho menos con un arma de por medio”. Precisó también que el regreso del fiscal desde Europa a la Argentina el mes pasado “fue muy intempestivo” y que tanto ella como sus hijas conocieron la decisión del fallecido funcionario de volver al país desde España “ese mismo día”.
Por otra parte, al ser consultada sobre expresiones de la presidenta Cristina Kirchner, quien ayer en un discurso rechazó que se le pueda ‘marcar la cancha‘ a su gestión, señaló: “No voy a polemizar respecto a las palabras de la presidenta, no sé a quién estuvieron dirigidas”.
“Mis hijas son alegres, positivas, llenas de energía, y trato de transmitirles el saber guardar silencio”, señaló también la jueza.


