Una cirugía sin mayores complicaciones

La cirugía a la que fue sometida la presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner comenzó poco antes de las 8 de la mañana y se extendió por una hora y 40 minutos, sin mayores complicaciones. La intervención consistió en abrir el orificio de trépano para permitir el drenaje del hematoma que se formó por debajo de la duramadre, una membrana que recubre el cerebro, según explicaron fuentes médicas.
Se llevó a cabo una incisión curva en el cuero cabelludo y luego se perforó el cráneo, quitándose una porción del mismo. Finalmente, se evacuó el hematoma y se descomprimió el cerebro, siendo suturados el cráneo y el cuero cabelludo.


De acuerdo a especialistas, se evacuó el hematoma subdural que padecía luego de que le realizaran una serie de orificios en el cráneo y le colocaran un sistema de drenaje de circuito cerrado, que permitiera la salida del hematoma. Según explicó el neurólogo Ignacio Previgliano, del Hospital Fernández, al sitio web Minuto Uno, el cerebro está recubierto de unas membranas llamadas meninges que son, de afuera hacia adentro, duramadre, aracnoides y piamadre. Frente a un golpe menor pueden pasar distintas cosas. Una de ellas es que el cerebro se mueva en una dirección contra el cráneo duro y se rompan las venitas del espacio subdural, bajo la duramadre, provocando un hematoma.


En charla con Radio 10, el director del Instituto Médico Eneri, Pedro Lylyk, mencionó que luego de cirugías como la que afrontó Cristina se requiere una observación estricta de 24 horas tras la intervención por lo que los pacientes suelen quedar en terapia intensiva. Luego, hasta el tercer día, se recomienda reposo absoluto, que va disminuyendo desde los 10 hasta los 45 días.


La mayoría de los especialistas coincidieron en que se trata de una cirugía simple y describieron el reposo como físico y no psíquico, aduciendo que el estrés no mejora ni empeora el cuadro posquirúrgico. También resaltaron que no es importante la edad, sino las conmorbilidades, es decir, otras enfermedades que pueda tener la persona. Además, el director del Instituto de Neurología de Buenos Aires (INBA), Alejandro Guillermo Andersson, aseguró que la mayor parte de los pacientes se recupera en un ciento por ciento.

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