DEL CONSENSO SOBRE ESTE SECTOR DEPENDE BUENA PARTE DEL PROCESO NEGOCIADOR

UE pide un esfuerzo en área automotriz al Mercosur para sellar el TLC

Los bloques se reunirán en Montevideo para atacar un capítulo clave para cerrar el acuerdo. Del lado sudamericano quieren poner un techo a las autopartes ajenas a ambas regiones

La Comisión Europea reclamó este martes "un esfuerzo considerable" a la Argentina, Brasil, Paraguay y al Uruguay para avanzar en las discusiones de cara al ambicioso acuerdo de asociación estratégica, cuyo desenlace depende en buena parte de lograr un acercamiento en el capítulo automotriz, que se discutió días atrás y demandará a la brevedad nuevas negociaciones.

En la antesala de una nueva ronda entre las partes, que esta vez se desarrollará en Montevideo, donde se halla la Secretaría Administrativa de la unión aduanera y el Parlasur, voceros del órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE) sostuvieron desde Bruselas que "todavía queda mucho trabajo por hacer sobre las cuestiones en suspenso", lo cual requeriría "un esfuerzo considerable por parte de los socios del Mercosur, de acuerdo a la agencia AFP.

Los equipos de negociación del Mercosur y la UE se reunirán en Montevideo del 3 al 8 de junio, días antes que el Uruguay tome la presidencia pro témpore, que hoy ostenta Paraguay, al que se le dificulta liderar las conversaciones técnicas. Durante este encuentro, el foco volverá a estar en el capítulo automotriz, donde el bloque sudamericano parece ya haber fijado sus "líneas rojas" que no está dispuesto a traspasar.

Los sudamericanos, especialmente argentinos y brasileños, pelean con los europeos por establecer qué cantidad de componentes de sendas industrias debe tener un vehículo para considerárselo de uno u otra región. Se trata de un debate eminentemente técnico, pero esencial para evitar triangulaciones de insumos y proteger las industrias, especialmente la autopartista.

Por este contexto, el Mercosur quiere fijar el "componente importado máximo extrazona" en orden del 40%, tal como rige internamente, para admitir, en un período de tiempo todavía por definir, la caída de aranceles de importación que hoy pagan las casas europeas para traer, eminentemente, vehículos de alta gama. Pero Bruselas pelea por fijar en 50% la cantidad de piezas que un auto puede tener y cuyo origen no sea ni Europa ni América del sur.

La otra discusión hace a la "curva de desgravación", esto es, de qué modo se aplica la quita gradual de aranceles. Una alternativa es que se fije un esquema de caída en línea recta, con quitas progresivas año a año, o bien con un impacto más suave al comienzo y más pronunciado al final del período, que también está en discusión: puede fijarse en diez o 15 años.

En esta ronda, la UE también quiere tratar temas que hacen al capítulo de Propiedad Intelectual, sobre todo las indicaciones geográficas.

De acuerdo a un funcionario involucrado en las negociaciones, durante las últimas discusiones mantenidas en Bruselas "hubo buena predisposición", aunque "todavía no está terminado", por lo que "ambos bloques tiene mucho por trabajar". El capítulo automotriz, según la misma fuente, es decisivo para acercarse a una ronda de conclusión y evitar un nuevo naufragio, especialmente por los profundos cambios que podría experimentar Brasil en un contexto incierto por las elecciones presidenciales de octubre.

La Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay iniciaron hace casi 20 años sus negociaciones con la UE para lograr un acuerdo de libre comercio, que tras estar en punto de muerto entre 2004 y 2010, tomaron impulso con la llegada en 2016, dada la sintonía política entre los países sudamericanos y la necesidad de ampliar y diversificar las ofertas exportables.

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