Se amplía la huelga del transporte y crece el temor del Gobierno por un paro total

La CGT opositora, que lidera Hugo Moyano, oficializó ayer su adhesión al paro dispuesto por los gremios del transporte para el martes 31, en una decisión que sumado al respaldo de los bancarios y al apoyo que hoy anunciarán las centrales disidentes de Pablo Micheli y Luis Barrionuevo amplificó los alcances de la medida de fuerza, que se extenderá a múltiples actividades y afectará incluso a aquellos sectores productivos y de servicios que no acompañan la protesta. La expansión de la medida a las características de una huelga general sacudió ayer la preocupación del Gobierno, que interpretó la protesta como un desafío peligroso para su apuesta de contener la conflictividad socio-laboral y prometió que intentará contrarreloj aportar alguna solución para desactivar el paro.

"Intentaré de todas las maneras posibles encontrar una alternativa para impedir que lleguemos al paro", aseguró el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, apenas comprobó ayer la amplitud de las adhesiones a la medida. Sin embargo, Fernández no avanzó en algún adelanto concreto sobre la posibilidad de una revisión de la carga del impuesto a las Ganancias sobre los salarios, el reclamo que alimenta la convocatoria al paro, situación que reforzó el malestar entre la dirigencia gremial que promueve la medida.

"Las puertas están abiertas para el diálogo, pero queremos una solución real y no una foto para tomar café", le reprochó anoche el titular de La Fraternidad, Omar Maturano, al término del plenario que mantuvieron los sindicatos del transporte agrupados en la CATT para definir los alcances del paro del próximo martes. El sector garantizó que la protesta paralizará por complejo el transporte ferroviario y de cargas, los servicios aeronáuticos, la actividad marítima-portuaria y el transporte automotor de pasajeros.

Justamente el propio titular de los choferes de la UTA, Roberto Fernández, se encargó de despejar las dudas de otras organizaciones sobre el compromiso de su sindicato con el paro. "Lamentablemente vamos a tener que hacer el paro de transporte porque no hay interés de las autoridades en resolver la situación", indicó el gremialista en referencia a los planteos por la rebaja de Ganancias.

Tras la confirmación del jefe de la UTA, Moyano reunió a la cúpula de su CGT para formalizar su decisión de plegarse a la huelga, lo que sumará (además de los Camioneros) a petroleros, panaderos, trabajadores del gas, canillitas, personal de peajes, rurales, ceramistas, municipales y capitanes navales, entre otros gremios. "Nosotros convocamos a un paro nacional, mientras que el de los gremios del transporte, al que yo pertenezco, es un paro sectorial", marcó diferencias el camionero y hasta redobló la apuesta con el anuncio de una profundización del plan de lucha con el llamado a una nueva huelga de 36 horas para fines de abril o principios de mayo.
Por fuera de la central moyanista, el gremio bancario que conduce Sergio Palazzo también confirmó su adhesión a la huelga del martes, un compromiso que también prevén oficializar hoy la CTA opositora de Micheli y los gremios de la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo.

A su vez, la federación aceitera y los sindicatos de la CGT San Lorenzo amenazaron con paralizar el 31 la actividad en el principal complejo agroexportador del país si no logran cerrar antes la paritaria sectorial en la que reclaman una suba de 42%.