MOYANO PREVÉ REAPARECER HOY EN LA REUNIÓN DEL CONFEDERAL DE LA CENTRAL

Renunció otro gremialista sospechado y teme la CGT por el avance antisindical

Los líderes de la Uocra de Bahía Blanca dieron un paso al costado tras las denuncias de Vidal. Preocupa a gremios el alcance de la ofensiva política y judicial contra más dirigentes

Hugo Moyano tiene preparado para hoy su retorno al escenario sindical. No parece una decisión casual: la participación del líder camionero en la reunión del Comité Central Confederal de la CGT, propagada ayer desde la vereda moyanista, se producirá en paralelo a la creciente inquietud de la cúpula de la central obrera por la profundización de una ofensiva antisindical que atribuyen directamente a la Casa Rosada.

La previa del Confederal cegetista ofreció un nuevo episodio que alimenta los temores de los caciques sindicales. Golpeados por las denuncias alentadas por la gobernadora María Eugenia Vidal en su contra, los miembros de la filial Bahía Blanca de la Uocra presentaron ayer la renuncia a sus cargos.

Las dimisiones involucraron a Humberto Monteros y José Burgos, número uno y dos de la seccional, quienes habían sido señalados por Vidal y por el intendente bahiense, Héctor Gay, como responsables de implementar un sistema de "extorsión" similar al que se le atribuyó a Juan Pablo Pata Medina, el destituido jefe de la filial La Plata de Uocra, actualmente detenido por orden de la Justicia.

"Tenemos cuatro rutas cuyas obras están paradas porque exigen que se contraten determinadas empresas de catering, de transporte y otros servicios por parte del gremio", había denunciado públicamente la gobernadora.

Ayer Monteros y Burgos rechazaron las acusaciones y justificaron sus renuncias en la decisión de ponerse a disposición de la Justicia. En rigor, la conducción nacional del gremio, en manos de Gerardo Martínez, había reclamado su dimisión y advertido sobre la inminencia de una intervención de la filial.

Más allá de las denuncias que pesan sobre los dos gremialistas, la aceleración de la embestida político-judicial contra sectores polémicos del sindicalismo, a solo una semana de la detención de Medina, reavivó los fantasmas puertas adentro de la CGT. Sobre todo después de las insistentes versiones sobre la existencia de "un lista" en el Gobierno sobre los próximos gremialistas apuntados, un rumor que hasta colocó al propio Moyano entre esos nombres.

Con ese telón de fondo fue interpretada la reaparición del camionero y su aliado, el gastronómico Luis Barrionuevo, en el confederal de hoy. Incluso, varios dirigentes descontaban anoche que el tema terminará colándose en el debate del cuerpo deliberativo cegetista. "No se puede pasar por alto, hay que empezar a cerrar filas y preparar una respuesta antes de que sea tarde", deslizó un referente del consejo directivo de la central.

La mesa chica cegetista también evaluó ayer por la tarde la situación en un encuentro reservado en la sede de UPCN. Admitieron allí que, más allá de los casos específicos de Medina, Monteros y Burgos, a los que se suma el del es líder del Somu, Omar Caballo Suárez, la preocupación por la embestida antisindical se exteriorizará en los discursos del Confederal, que en cambio na avanzará con definiciones de medidas de fuerza o nuevas protestas contra la administración Macri.

Las opiniones en la primera línea sindical están divididas respecto a la magnitud real de la ofensiva en su contra. Mientras que algunos dirigentes creen que se trata de una avanzada que se limitará al tiempo de la campaña, por el rédito electoral que representa para el discurso de Cambiemos de lucha contra las mafias, otros gremialistas alertan sobre un plan de mayor alcance. "¿Por qué van a aflojar después de las elecciones justo cuando quieren avanzar con la reforma laboral y las obras sociales? Van a ir más a fondo porque estarán envalentonados con la victoria en la elección", advirtió otro dirigente.

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