Por suba del dólar, subsidios a la energía crecieron 392% en marzo

La variación es frente a igual período del 2018. También se amesetó en el año el pago a Bolivia por el gas y se adelantaron pagos en concepto de transferencias corrientes, según Hacienda

Pese a la suba de tarifas, los subsidios a la energía crecieron fuerte en los primeros tres meses del año: llegaron a $ 28.543 millones, casi cuatro veces más (un 276%) que igual período de 2018. Sólo en marzo treparon 392%. Así, mientras que el Gobierno anunció el miércoles pasado que no contemplaba nuevas subas en la electricidad y, en el gas, dejaban el esquema previsto de subas escalonadas con el diferimiento del pago para el verano, el aumento del dólar suma presión en las tarifas.

El dato que surge de las planillas que actualizaron ayer en el Ministerio de Hacienda, luego de que Nicolás Dujovne anunció que se sobrecumplió la meta fiscal al tercer trimestre (ver nota aparte), se conoce pocos días después desde que el Fondo Monetario recomendara adoptar medidas adicionales para cerrar la brecha entre ingresos y gastos, en caso de que no alcance con lo puesto en práctica por el Gobierno. Entre otros, aconsejan mayores avances en la eliminación de subsidios.

 

En la conferencia de prensa de ayer, Dujovne fue consultado al respecto. No descartó ninguna posibilidad, aunque se centró en responder que intentan preservar el gasto de capital y el social, pero que por la menor recaudación "la baja real en el gasto es más marcada que la que se preveía a comienzos del año".

Una fuente de Hacienda explicó que el salto en los subsidios a la energía se dio por efecto tipo de cambio (hace un año el dólar estaba en torno a $ 20 y hoy, alrededor de $ 40). A esto sumó otros dos efectos, aunque de menor magnitud: que la renegociación con Bolivia implica amesetar los pagos a lo largo del año. "Antes era una montaña con el pico a mitad de año y ahora es una meseta que implica pagar algo más en los meses de no invierno, pero que en invierno pagaremos menos. Y por último, dijo que adelantaron algunos para evitar riesgo cambiario.

Gabriel Caamaño Gómez, de Consultora Ledesma, reconoció que el dato de superávit fiscal primario fue bueno, "en el sentido que se cumplió la meta antes de ajustadores en un momento en el que lo que faltan son certezas. Así que doblemente bueno que lo venga a hacer el frente fiscal eso (aportar certezas)".

No obstante, resaltó que los subsidios económicos crecieron. "Ahí no hay ajuste en el primer trimestre, al contrario. Eso es resultado de lo que pasó el año pasado y pone en evidencia, por un lado, que los ajustes de tarifas que se anunciaron en 2019 son en su mayor parte para recuperar terreno perdido (no para ajustar más) y que el anuncio de no más ajustes implica un limitante por ese lado si la advertencia del FMI prueba ser cierta", señaló.

Sobre cómo pueden seguir los aumentos de tarifas el año próximo, siempre y cuando este año se cumpla lo que anunció el Gobierno, recordó que los derechos de exportación, que aportan pesos a las arcas fiscales, son transitorios (se terminan en 2020) en un contexto en el que el ajuste del tipo de cambio nominal incrementa el costo de los combustibles fósiles que utiliza la generación térmica, "y eso hay que cubrirlo o con tarifa o con subsidio".

El incremento en los subsidios económicos fue fuerte, puntualmente, en marzo: crecieron un 89% interanual. En transporte se mantuvieron casi estables (crecieron sólo 2,1%), mientras que a la energía treparon un 392%. En LCG marcaron que "se multiplicaron por 5 respecto a marzo 2018; crecieron 218% interanual en términos reales, en buena parte debido a la compensación por mayor tipo de cambio a las empresas energéticas. Casi la mitad del ahorro generado por el ajuste real del gasto operativo se destinó a pagar más subsidios", marcaron.

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