MARCOS PEÑA LE PIDIÓ EL PTICAMENTE A ELISA CARRIÓ QUE "RESPETE" A LOS OTROS

Macri admitió internas dentro de Cambiemos y buscó apaciguar a la UCR

En la reunión de Gabinete, Macri resaltó las diferencias. Pero luego Peña pidió "tener cuidado" con lo que se dice. En la UCR hay fastidio por los ataques de la diputada nacional

La Casa Rosada aceptó ayer que hay cierto desorden en la coalición Cambiemos. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, advirtió elípticamente a Elisa Carrió que hay que "tener cuidado" con lo que se dice, luego de que la diputada se mofara de la UCR y asegurara que ella controlaba el partido desde afuera.

A tal punto que el presidente de la Convención Nacional de la UCR, Jorge Sappia, cuestionó el rol de su partido dentro del Gobierno y aseguró que ya no tiene "argumentos para sostener la continuidad de Cambiemos". Desde el radicalismo aseguran que su opinión no representa la perspectiva del Comité Nacional. Sin embargo, Sappia expresó el descontento de un sector del partido.

En tanto, desde Casa Rosada, quisieron poner paños fríos. Tras la reunión de gabinete, el jefe de ministros Marcos Peña fue el vocero. Sin mencionar a Carrió, pidió "ser muy respetuosos del otro". Esta interna fue tratada en plena reunión de gabinete. Macri resaltó la "diversidad" de Cambiemos e interpretó que esa es una de sus fortalezas. De hecho, también se jactó que desde que llegó a la Casa Rosada, el círculo rojo suele advertir que Cambiemos va a implosionar por las diferencias entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica.

También hubo un gesto del Presidente para con el radicalismo. Por un lado, había llamado el último viernes al titular del partido, Alfredo Cornejo, para cenar ayer en Olivos. Por el otro, invitaron al diputado Mario Negri para que participe de la reunión de Gabinete. La Casa Rosada prioriza también la construcción con el radicalismo en momentos en los que necesita anudar el Presupuesto 2019, ya que los boinas blancas manejan tres provincias.

Justamente porque Nación necesita acordar políticas con la oposición, a raíz del acuerdo con el FMI, es que en Balcarce 50 requieren a la coalición oficialista más unida que nunca. La última vez que las opiniones difirieron puertas adentro, el peronismo logró poner contra las cuerdas a la Casa Rosada para que retrotraiga las tarifas energéticas. Esta desinteligencia concluyó con un veto presidencial, cuestionado por la mayoría de los actores.

Esta semana, el radicalismo ignoró a Carrió. Cornejo mencionó el lunes que la diputada se "extralimitó". El diputado José Cano marcó que la UCR gobierna tres provincias y cuenta con más de 300 intendentes, para mostrar la diferencia de representatividad con la Coalición Cívica.

Pero también el enojo de los radicales es con la Casa Rosada, que había asumido el rol de contener a Carrió. Desde la fundación de Cambiemos que el partido tiene desconfianza hacia la diputada, por su capacidad de cuestionar en públicos a sus aliados.

Por su parte, la líder de la Coalición Cívica recogió ayer el guante. Sin mencionar a la UCR, Carrió afirmó ayer en Córdoba que "es fundamental que consolidemos Cambiemos para dar previsibilidad y cuidar la República".

"Lilita" había dicho que controlaba a la UCR desde afuera y tras decir que era una broma, cuestionó a Cornejo y sostuvo que había sido aliado al kirchnerismo. El radicalismo respondió con un duro comunicado.

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