EL EX SECRETARIO DE OBRAS PÚBLICAS DECLARÓ ANTE RAFECAS

López: "El dinero de los bolsos no me pertenecía, era de la política"

Durante cuatro horas, intentó explicar por qué ocultó u$s 9 millones en un convento en General Rodríguez. Dijo que "estaba fuera de sí" y que no se enriqueció ilícitamente

A dos meses de su insólita detención, mientras buscaba ocultar casi u$s 9 millones en efectivo, José López declaró ayer durante cuatro horas ante el juez Daniel Rafecas, en el marco de la causa en la que es investigado por enriquecimiento ilícito. En su declaración, el ex secretario de Obras Públicas dijo que aquél 14 de junio "estaba fuera de mí" y que "ese dinero no me pertenecía, ese dinero pertenecía a la política".

Ante el titular del juzgado número 3, López se mostró como un hombre perturbado por las supuestas advertencias de que estaba siendo seguido por servicios de inteligencia, relató sucesos que le hicieron creer que era verdad y hasta detalló un intento de suicidio comparando su situación con la del fiscal Alberto Nisman, fallecido el año pasado en circunstancias que todavía no fueron esclarecidas.

El hombre que bajo el ala del ex ministro de Planificación Julio De Vido manejó durante 12 años el millonario presupuesto de la obra pública aclaró que ni las religiosas ni su mujer sabían la existencia del dinero de los bolsos, dónde los tenía escondidos y destacó que no había consumido "ni drogas, ni alcohol ni pastillas", en relación a su estado de aparente paranoia el día de los sucesos.

López también rehusó dar más detalles sobre el origen de esa plata a la espera de estar "más fuerte psíquica y anímicamente". López aseguró que la noche que lo arrestaron pensó en suicidarse con un arma que no encontró y que durante esos días se sentía "perseguido", después de que un diputado del Frente para la Victoria del Mercosur le dijo que a él y a otros funcionarios kirchneristas los estaban investigando los servicios de inteligencia.

Habló así de un estado mental "paranoide", señaló que esa noche estaba perdido y afirmó que un ejemplo de esa condición mental lo prueba cómo fue que llegó a defenderlo la letrada Fernanda Herrera, conocida como la "abogada hot". En un tramo de su declaración dijo que en su casa llegó a escuchar "voces burlonas", "cosas sin sentido", "cosas incoherentes", e incluso una voz que le decía que le iba a pasar lo mismo que al espía "El Lauchón" Viale, que fue asesinado, y que él contestó "no soy Nisman, no me voy a suicidar", al aludir a la confusa muerte del fiscal de la causa AMIA.

Lo más jugoso de la declaración de López se produjo en el final, cuando hizo mención al origen del dinero que buscó ocultar: "Ese dinero no me pertenecía, ese dinero pertenecía a la política". Tras aclarar que ni él ni su familia se enriquecieron con la función pública, dijo que tiene las mismas propiedades desde 2003 y afirmó: "Doy gracias a Dios y pido disculpas a todos aquellos que pude haber agraviado o perjudicado con mi actitud o mi accionar".

López también deslindó de responsabilidades a las monjas del monasterio de General Rodríguez, lugar al que dijo que asistía para buscar paz y tranquilizarse. Y explicó, en esa línea, que su esposa Amalia Díaz fue quien lo comunicó en la noche previa con la hermana Alba, una de las monjas que lo recibió en la madrugada del 14 de junio en la que ingresó con los bolsos.

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