Larreta da marcha atrás con la polémica ley que llevó al paro a los médicos
El Jefe de Gobierno dio la orden de derogar el nuevo régimen de residencias en Equipos de Salud que los profesionales rechazaban por considerar que iba en detrimento de sus salarios y condiciones de trabajo.
Luego de tres días con medidas de fuerza en los hospitales públicos, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dio el brazo a torcer y, a pedido de los médicos, definió derogar la ley aprobada hace apenas seis días en la Legislatura y que creaba un nuevo Régimen de Residencias que, desde la perspectiva del trabajador, implicaba una reducción salarial y más horas de jornada laboral.
Los delegados gremiales de los médicos residentes y concurrentes fueron recibidos esta tarde en la sede gubernamental de Parque Patricios por el secretario general, Fernando Straface; el ministro de Ambiente y Espacio Público, Eduardo Macchiavelli; y los secretarios de Atención Ciudadana y Desarrollo Ciudadano, Facundo Carrillo y Matías López, respectivamente.
Los cuatro funcionarios del gabinete de Horacio Rodríguez Larreta se comprometieron a derogar en la sesión de la Legislatura de este jueves el texto aprobado la semana pasada, y minutos más tarde el legislador Daniel Presti, presidente del bloque Vamos Juntos, ingresó por secretaría parlamentaria un proyecto de ley de apenas un párrafo para barrer con la medida.
La decisión de retrotraer la norma que a su vez derogó ordenanzas municipales de 1985, 1987 y 1991 que hoy día marcan el desempeño de médicos residentes y concurrentes en el sector público fue tomada tras fracasar gestiones de la ministra saliente de Salud, Ana Bou Pérez, que intentó hasta último momento introducir cambios vía reglamentación, pero sin echar por tierra el todo.
Este miércoles, las asambleas de los diferentes hospitales públicos porteños habían decidido en conjunto continuar con el paro por tiempo indeterminado y realizar una serie de actividades para visibilizar sus reclamos.
Razones del conflicto
La ley quitaba a los residentes y concurrentes el estatus de trabajadores de la salud, y en el caso de los segundos, que cumplen jornadas laborales más cortas y no son remunerados, perdían más beneficios.
Este esquema avalaba jornadas laborales de 64 horas semanales, que la "Asamblea de Residentes" rechazaba por considerar excesivo, si bien ocurre en la práctica.
Respecto de las guardias, la ley dejaba ciertas zonas grises que podían interpretarse como espacios de formación, y no de trabajo, con lo cual se pretendía reducir la paga.
Asimismo, el texto por derogarse daba derecho "a un salario o remuneración", pero borraba de la reglamentación cualquier cálculo para la liquidación de haberes para ir hacia un sueldo de un médico o profesional de salud de planta.
En la misma regulación, también quedaban impactados otros profesionales de la salud, como enfermeros, trabajadores sociales y psicólogos, entre otros.