La sequía y el adelanto de importaciones empujaron el rojo comercial de mayo

Fue de u$s 1285 millones y acumula más de la mitad del rojo de 2017. Por un lado, la falta de lluvia que afectó a la Argentina afectó las exportaciones agropecuarias y por el otro, ante la perspectiva de suba del dólar, empresarios y comerciantes se cubrieron anticipando el ingreso de productos de afuera.

El déficit comercial de la Argentina fue de u$s 1285 millones en mayo, como consecuencia de las exportaciones sumaron u$s 5162 millones mientras que las importaciones registraron una suba u$s 6447 millones. Se trata de una suba de 130% respecto del mismo mes del año pasado, cuando el rojo comercial fue de 576 millones. 

En este escenario, el rojo comercial del país ya acumula en cinco meses más de la mitad de lo que sumó como déficit en todo el 2017. Suma en 2018 u$s 4691 millones, cuando todo el ejercicio anterior completó -8471 millones.

Las previsiones de analistas del tradicional sondeo de Reuters estimaban un déficit comercial mucho menor, de un promedio de 498 millones de dólares para mayo. 

Con este resultado, el Intercambio Comercial Argentino (ICA) registra 17 meses consecutivos de déficit

Según Ezequiel Estrada, economista de la consultora Ficonomics, se combinaron al menos dos fenómenos para impulsar el rojo comercial de mayo. Por un lado, el proceso devaluatorio en ciernes desde fines de abril, que luego se acentuó en mayo y junio, generó que los importadores se anticipen y aumenten las importaciones, ante la perspectiva de un dólar más caro. Por el otro, pegó la caída de las exportaciones, en especial productos primarios, donde juega el factor sequía y “también la especulación con el precio del dólar". 

Estrada advirtió, además, que un anticipo de la performance de mayo en el intercambio comercial pudo observarse en los resultados de la recaudación impositiva del mismo mes.  “Los principales impuestos relacionados a las importaciones mostraron un salto , expresó.

El especialista de Ficonomics también manifestó su preocupación por la caída de las importaciones de bienes de capital, cuya suba siempre fue defendida por el Gobierno como una señal de que, aún con el costo del rojo comercial, la economía iniciaba una senda de crecimiento que se traducía en un inevitable demanda de maquinaria de afuera para renovar equipos. "No es buena señal la caída de las importaciones de bienes de capital, porque si tenes importaciones y son bienes de capital, se puede decir que no es tan negativo porque indica que se registra un proceso de inversiones", explicó Estrada. 

La misma preocupación ganó al economista Horacio Larghi, de Invenómica: "Lo preocupante no es sólo el déficit,  sino cómo se compone. Desde el lado de las importaciones, el problema es que el aumento no es por bienes de capital, sino por bienes de consumo. Por lo cual, ni siquiera es que el déficit es para poder impulsar el desarrollo"

Ambos economistas se refirieron, en este punto,  a la caída de 5,6% en la importación de bienes de capital, que consta en el informe que, sobre Intercambio Comercial Argentino (ICA), difundió hoy el Indec.

En relación a la cuestión de las importaciones, Larghi se detuvo en la situación del rubro automotriz, donde “se verifica una situación muy negativa, básicamente en lo que corresponde a autopartes .

Según Larghi, “el problema de la industria automotriz es la baja porcentual de producción local . Dijo, sin embargo, que aunque “es muy positivo que las ventas crezcan (o crecían), cuando tenés un boom de ventas como lo fue al menos hasta el primer cuatrimestre te desequilibra muy fuerte la balanza comercial. Básicamente, por la necesidad de autopartes ante la baja integración de productos nacionales. Con la reciente devaluación, seguramente va a cambiar el panorama en los próximos meses. No solo se trata del papel, clave, que juegan las autopartes, sino también las unidades terminadas, particularmente de Brasil .

Precisamente hoy, un informe de la Asociación Argentina de Fábricas de Componentes (AFAC), advirtió que "el déficit comercial en autopartes creció un 32,5% interanual en el primer trimestre, hasta u$s 1804 millones, y representó más del 72% del déficit comercial total de la Argentina en ese período.

La suba del dólar, que en teoría se traduce en un “tipo de cambio competitivo , aún no se verifica en una mejora de las exportaciones y en una caída de las importaciones, como indica la lógica. En parte, porque el informe de intercambio comercial de mayo no recoge plenamente el efecto de la suba del dólar, sino que, al contrario, se detecta un fenómeno inverso, pero transicional coinciden los economistas. El adelanto de importaciones ante la perspectiva devaluatoria es uno y la retención de cosecha ante la misma perspectiva es otro

“Con la reciente devaluación esto seguramente va a cambiar el panorama en los próximos meses , vaticinó Larghi, así como Estrada sostuvo que “es de esperar que mejore la balanza comercial. Es decir que las exportaciones aumenten y que la devaluación disminuya las importaciones. De lo contrario, vamos para otro año récord de déficit .

Según Larghi, con la suba del dólar “el sector agropecuario tendrá una mayor motivación para exportar . Sin embargo, aunque consideró que “la sequía ha sido un problema grave, hay stock como para incrementar las exportaciones del agro. Pero por ahora, es posible que, ante una volatilidad muy amplia del tipo de cambio, muchos decidan esperar .

Larghi también vaticinó que en “los próximos meses seguramente se va a registrar una contracción de la economía, y esto va a repercutir en un menor dinamismo de las importaciones. Por lo cual, seguramente en el segundo semestre la situación comercial no sea tan negativa.

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